Primero en la UPV, bajo presiones reconocidas por parte de SGAE, MPAA, y Promusicae, intentan que no se celebre una conferencia organizada por los alumnos, y luego presionan para que dimita e intentan incluso evitar que se sepa que he dado clases en esa universidad.

Luego, el martes 31 de mayo un ataque DoS al DNS de mi redireccionador hace mi web (y laresistenciadigital.net, un foro creado por mí­) inaccesible durante unas horas. El hecho de que otros subdominios que tengo redireccionados a través de la misma empresa, y que el acceso directo sin redireccionador funcionase, demuestra que fue un ataque premeditado, y no un fallo en el servicio. Por otra parte, el que sólo se mantuviese unas horas y fuese sencillo de solucionar demuestra que lo realizó algún lamer scrip kiddie o algún otro pobre desgraciado de esa calaña (el porqué o en nombre de quién, o al servicio o en nómina de quién lo dejaré a la imaginación de cada cual).

En la que espero que sea la última batalla en la lucha contra la censura impuesta, hoy acaban de tumbar mi servicio (ajeno, de la empresa Haloscan) de comentarios en mi blog. Esto me molesta más, pues afecta a la libertad de expresión propia, y a la de todos aquellos que (de buena fe, o no, identificándose o escondiéndose) participaban en una “conversación” a menudo surrealista.

En vez de perder más tiempo “poniendo parches”, voy a dedicar parte del fin de semana a migrar a WP en el servidor de un amigo (muy capaz y acostumbrado a perseguir y cazar intrusos), y espero que el lunes podamos restablecer el diálogo que se habí­a formado. Eso sí­, anuncio ya que será un sistema de comentarios con “registro”. Se podrá seguir siendo anónimo, pero todo aquel que cometa una acción como usuario que afecte al funcionamiento del sistema, o impida el libre uso del sistema por parte de los demás, tendrá que buscarse otro blog donde alojarse. -¿Quién ha dicho que yo esté en contra de todas las normas? Yo sólo estoy en contra de los abusos, y a favor del bien común