Que Microsoft (al igual que Yahoo, Google eBay, o Amazon) censura en su servicio de blogs en China ya hace dí­as que se denunció en la web.

Que las empresas buscan su beneficio económico a costa de lo que sea, también parece, por desgracia, lo más habitual.

Pero que las empresas sean tan empecinadamente ciegas a lo que es su beneficio (beneficio del consumidor = beneficio de la empresa) es increí­ble. Que en el siglo XXI haya que escuchar esto de un representante de la mayor empresa del mundo (por capitalización bursátil): Matt Rosoff, analista de Direcciones de Microsoft, comentó que cualquier censura de parte de un servicio online de Microsoft era relativamente menor comparada con la gran censura que impone el gobierno chino en toda la Internet.

Total, si ellos ejecutan a más de dos mil presos polí­ticos, que nosotros nos carguemos a unos cuantos sindicalistas no es tan grave -¿no? (perdón, me he confundido, de eso acusan a Coca-Cola en Colombia). Lo mismo es.

“Si Microsoft quiere hacer negocios en China tiene que obedecer las leyes establecidas por el gobierno chino,” dijo Rosoff, quien agregó que “hemos hecho cálculos y decidimos que esto valí­a la pena.”

Qué pena que el gobierno Chino no tenga otras leyes (como por ejemplo que se haga el HaraKiri toda empresa de software privativo que base su modelo de negocio en impedir la competencia, sacar al mercado productos defectuosos, dar un muy mal soporte, atacar las opciones de software libre, etc).

Y en cuanto a que han hecho cálculos y decidido que valí­a la pena, me gustarí­a saber: -¿Cuánto vale la libertad de expresión según Microsoft? -¿Y la libertad de mercado? -¿Y la vida según CocaCola? -¿Y la salud según la empresa que cita este artí­culo? Les diré mis propios cálculos: valen mucho más que sus sucias empresas. Deberí­an pagar caro ese desprecio hacia todos nosotros.

En mi artí­culo de la revista PC&I que sale a la venta la semana que viene hablo de la censura. No he podido poner este ejemplo de Microsoft por unos pocos dí­as, qué pena. Tampoco me he acordado de hablar de otro ejemplo de censura: cómo Zapatero juró no permitir que se contrate publicidad institucional en los medios digitales independientes en cuanto llegó a la Moncloa, como represalia por las duras crí­ticas recibidas por dichos medios (qué mala leche y poco estilo: incluso yo ofrecí­ la posibilidad de donar el dinero de mi conferencia en la UPF a Barrapunto, pero los asistentes prefirieron que lo donara a la FSF ;-)).

Bueno, sierva este post para ampliar el citado artí­culo (que pronto incluiré en esta web). De paso, si os interesa el tema, visitad esta web.