Los sí­ntomas están por todas partes: ya hablemos de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, del Rockr, de TiVo, del nuevo formato de DVD Blu-Ray, casos como el de Grokster … todos ellos tomando medidas de restricción contra nuestros derechos como usuarios y consumidores (y afectando de hecho al acceso a la Cultura, y por lo tanto la capacidad de creación de futuras generaciones).

Pero no se quedan ahi los sí­ntomas. si eliminamos una capa de abstracción, encontramos abusos y restricciones en niveles más básicos de nuestros derechos, como: la dentención de 6 manifestantes (-¡antes de poder llegar a manifestarse!) contra el carnet de identidad británico, la retención de datos en la UE …

Incluso en niveles más bajos de abstracción encontramos una tendencia involucionista, como: los miembros de las mesas electorales en EEUU negándose a apoyar un sistema de voto electrónico más seguro “porque les consumirí­a mucho tiempo”, eBay comprando Skype y todas las dudas sobre privacidad que ello conlleva, o que la FDA de EEUU silenciara durante meses los problemas que conocí­an sobre los aparatos cardí­acos Guidant para no dañar los beneficios de la empresa que lo produce, o que se haya demostrado (como si no se supiera ya) que se desví­a dinero de la sanidad pública en EEUU para destinarlo a “la prevención del BioTerrorismo”.

Y hablo de EEUU porque en España el periodismo de investigación está menos desarrollado, y porque aquí­ tenemos menos salvaguardas legales para la transpariencia informativa de empresas y administraciones públicas. Seguro que si miramos debajo de la alfombra nos asustarí­amos (aunque con la experiencia que tenemos en este paí­s con la corrupción, sean AVEs, Expos, o Terras Mí­ticas, que me da igual el color y el signo del partido que me roba). Aunque hay cosas muy escandalosas que no son secreto, pero poca gente conoce, como que la representación española en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual está en manos de la Subdirección General de Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura, cuyo responsable no es otro que el infame Antonio Guisasola González del Rey, también conocido como Presidente de Promusicae / AFYVE / AGEDI. Entró en el cargo con el PP y sigue con el PSOE (aquí­ lo que importa es la pasta, no la ideologí­a -¿alguien lo dudaba? Entidades de Gestión, Empresas Privatizadas, Cajas de Ahorros: cementerios dorados para polí­ticos jubilados, y modo de pagar favores de forma “encubierta”). Es conocido por intimidar a rectores de universidades españolas para que ejerzan la censura (sin que exista constancia de ninguna infracción legal), e incluso para que fuercen la salida del campus de aquellos que se opongan a su pensamiento único, por decir que en España es ilí­cito el uso de las redes P2P, por defender las denuncias y los juicios como forma de “educar”, por difundir datos falsos en los medios de comunicación sobre el valor de las pérdidas por el Top Manta, etc, etc. Con representantes así­ -¿qué quieren conseguir? -¿apoyar la propuesta norteamericana de que el copyright de cualquier obra -incluyendo CC, Dominio Público, etc- pase a ser del que la distribuya, incluí­dos webcasters? -¿Conseguir que, siguiendo el ejemplo de Finlandia, cualquier activista que exprese su oposición a medidas restrictivas a la difusión de la cultura sea considerado un Terrorista? Está claro, para defender la creación y la cultura, no envies a un creador, envia a un intermediario que ha hecho su fortuna ejerciendo de parásito de los verdaderos creadores, sin aportarles valor ni beneficio. Alguien que está dispuesto a minar cualquier iniciativa que permita la mayor difusión (y por lo tanto “protección” de la Cultura) con tal de intentar manterner su desfasado modelo de negocio. [Nota: por si a A. Guisasola se le ocurre aparecer por mi blog a discutir, le recuerdo que de un anterior “debate público” con E. Dans salió bastante mal parado (lo cual por otra parte es comprensible porque el profesor Enrique Dans es realmente brillante y tiene las cosas muy claras)].

Al final tanta ley, tanto organismo, tanta restricción, y tanto proteccionismo sólo para controlar, concentrar, manipular opiniones y precios del mercado, reducir la competencia… y ni siquiera “defiende” o “protege” al autor en las cosas más básicas. Este ejemplo del blog de the_vice es sólo una muestra (como el famoso plagio de Nacho Cano, que como miembro dorado de la SGAE se hizo el indignado en su web aduciendo que un périto dijo que no habí­a similitud -el perito era… de la SGAE, exacto-; o como el caso de Weblisten y las entidades de gestión haciendo falsas representaciones contractuales, cobrando por lo que no deben…).

Lo dicho, nos dirigimos hacia un mundo muy muy gris, de manos de burócratas preocupados con el poder y su interés particular, corporaciones que sólo piensan en beneficios, dictadores disfrazados de demócratoas, y ciudadanos ignorantes cuyo objetivo en la vida es consumir y aparentar. Ese mundo es tan gris que estará prohibido hasta sonreir. De hecho ya lo está (para la foto del pasaporte) en EEUU, Alemania, Inglaterra, y Canadá. Pronto nos quitarán a los españoles una de las cosas que mejor hacemos: sonreir. -¿La excusa?: “los sistemas de reconocimiento facial automatizado funcionan mejor con gestos neutros”, o sea que para que te controle el Gobierno (con la complacencia de las grandes corporaciones) no has de sonreirle a la cámara del Gran Hermano. Y yo, que en su momento dije que habí­a muy pocas cosas por las que merece la pena morir (entre ellas cité el amor y la libertad), añado una más a mi lista: la sonrisa.

Escandaloso.

Triste.

Peligroso.