Leo en el blog de Merodeando que Yahoo ha exigido la retirada de cierta información de un blog por contener una explicación de un bug (referente a descargas de ví­deos).

Independientemente de lo absurdo de la exigencia de Yahoo (a nivel técnico the Way Back Machine con su caché de Internet que puede mostrarte páginas antiguas aunque hayan sido retiradas, y a nivel legal, pese a no ser abogado, no creo que tengan base jurí­dica para exigir dicha retirada; otra cosa es la “extorsión judicial” de “o haces lo que te pido, o te llevo a juicio, que como dice la maldición gitana, tengas juicios y los ganes”).

Al hacer esto lo único que han hecho es darle más publicidad, por lo tanto mayor difusión. Pero no voy a meterme con la actuación de Yahoo (ya lo hacen en otros blogs, y es una noticia vieja… además Yahoo al hacer esto se descalifica ella solita). Lo que quisiera destacar es esa maldita tendencia sobre la que llevo hablando en varios artí­culos y conferencias de la “percepción de seguridad a través de la ocultación”.

Tanto los gobiernos (en ello son expertos el estadounidense y el británico), como las grandes corporaciones no dudan en ocultar (“a las buenas o a las malas” como hemos visto) sus fallos de seguridad, bugs, backdoors. Creen que si no se habla de ello la gente no sabrá que existe, y por lo tanto todos CREERAN que están seguros. Pero -¿es así­? Por supuesto que no, porque si así­ fuese, con no hablar de la pobreza, de las guerras, de los terroristas, de la corrupción, de Bush, del Papa, etc, desaparecerí­an. Yo estarí­a dispuesto a participar en una huelga de silencio mundial con tal de que así­ fuese, pero está claro que no es así­. Entonces, -¿por qué lo hacen ellos?

La respuesta es simple, el mecanismo retorcido, y el resultado sorprendente:

Respuesta: porque lo único que les importa es “la imagen”, “la opinión” (o sea, lo votos, o que la gente compre sus productos), no los RESULTADOS (o sea, paí­ses más seguros y pací­ficos que respeten los derechos del ciudadano, o productos más seguros y estables).

Mecanismo: Una serie de retorcidas y abusivas leyes (como la DMCA en EEUU, la LPI en España, etc) basándose en conceptos que restringen por naturaleza la libre difusión de información, conocimiento y expresión (como el copyright, uso de marcas, secretos industriales, información privilegiada, información clasificada, secretos de estado, documentos clasificados, etc) consiguen un efecto mordaza con cualquier pretexto (la seguridad nacional, la lucha contra el terrorismo, los beneficios de la empresa, etc). Al final tenemos que la sacrosanta institución de La Libertad de Expresión (cuya traducción en Inglés no puedo emplear por estar registrada como Trade Mark para uso comercial, hay que joderse) queda mancillada, amenazada y sometida a unos intereses que poco tienen que ver con el bien común.

Resultado: Una población aborregada, alienada, engañada, manipulada, sometida, controlada, abusada, que cree que en los aeropuertos hay verdadera seguridad (me pregunto cuándo se le ocurrirá a algún brillante responsable de seguridad aeroportuaria pegar un trago de las botellas de eso que parece agua o zumo con lo que muchas veces subo a un avión, y que perfectamente podrí­a ser un explosivo lí­quido, o meterme mano a los testí­culos ya que bajo de ellos podrí­a llevar suficiente explosivo plástico C4 como para abrir un boquete en el avión), que cree que su Windoze XP no tiene agujeros de seguridad porque le ha aplicado el último Service Pack (LOL -¿aun queda gente que piensa así­? Por desgracia mucha), que cree que ningún delincuente puede pasar por el control de pasaportes (como si no hubiese pasos fronterizos sin controles de pasaporte o paí­ses donde conseguir un pasaporte perfectamente legal sólo cuesta un pequeño soborno de unos 200 $ – según el paí­s – al funcionario de turno), o que cree que las fuerzas de ocupación estadounidenses en Iraq están allí­ para defender al mundo de terroristas (primero fue la invasión “por las armas de destrucción masiva de las que no ha aparecido ni el más mí­nimo rastro”; luego “porque Saddam era malo malí­simo con su pueblo”, como si no hubiese otros cabecillas en el mundo que consiguen la presidencia robando las elecciones y luego se saltan la legalidad internacional con campos de detención multinacionales, infringiendo tratados de ecologí­a o control de armamento internacionales, o invandiendo otros paí­ses; y luego “por la lucha contra el terrorismo”, como si no hubiesen abandonado Afghanistan en cuanto se deshicieron de los Talibanes que impedí­an o controlaban -según la región- el tráfico de drogas que ahora vuelve a fluir libremente hacia Europa y sobretodo EEUU).

No a la realidad impuesta y controlada.

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-¡Despertad!