A veces parece que las noticias no se refieran al mundo en que vivimos. Y a veces parece que se produzcan a posta para enfurecernos y hacernos reaccionar. Ejemplos de hoy (o por lo menos yo las he leí­do hoy):

1 BUITRES EN LOUISIANA.-

Parece ser que la miseria humana no tiene lí­mites. Y no me refiero a la que sufren millones de personas en todo el planeta, o a las ví­ctimas de catástrofes naturales. Me refiero a la miseria moral y ética que demuestran indiví­duos como los que nos presenta TheSmokingGun.

Ya fue indignante leer sobre el caso de estos dos abogados de Louisiana que pretendieron registrar la marca Katrina para la producción de bebidas alcohólicas el 4 de septiembre (sólo 6 dí­as después de que el huracán causase más de mil ví­ctimas). Las propias oficinas de estos abogados en Metarie, Louisiana, se vieron afectadas por el huracán. En dichas oficinas a parte de ejercer la abogací­a, uno de ellos (Ehrenberg) es quiropráctico.

-¿Cómo es posible que gente así­ pueda ser abogado, que se supone un instrumento imprescindible en la administración de la Justicia? Me da igual que se graduasen en Loyola University, y que aprobasen todos los exámenes y controles Bar. Son dos buitres que se aprovechan de la desgracia de los demás.

Pero para colmo, hay otro buitre, y su caso es ya casi cómico.

El 21 de septiembre un empresario de Louisiana intentó registrar la marca Katrina también. Y también para producto alcohólicos.

[Trivia: -¿por qué productos alcohólicos? Porque en Louisiana hay un cocktail famoso llamado “el huracán”]

Este empresario del mundo de la publicidad perdió su casa por el huracán Katrina, y por ello tuvo que trasladarse él y su empresa a Florida. Su empresa trabaja para abogados de los que ponen juicios por “accidentes”. O sea buitres. Buitres sirviendo a buitres, aprovechándose de las desgracias de los demás.

-¿Es esto lo que produce el sistema, o sólo son “productos residuales”, “daños colaterales”, “defectos tarados”?

Consumismo ciego, concentración de poder y económica, monopolios artificiales (como marcas de genéricos, patentes y copyright)… sí­, esto es lo que produce el sistema: basura.

Basura que nos ciega, que nos rodea, y que terminará por ahogarnos. Y lo peor de todo es que hay a quien le parece “normal”. Lucha contra la “normalidad”, sobretodo si es un llamamiento a la mediocridad y una defensa del inmovilismo.

2 DROGAS CON IMAGENES INFANTILES.-

Si hay algo en este mundo con lo que no soy tolerante es con la violencia, el abuso, la injusticia… y si eso se aplica a los niños, entonces sí­ hecho humo por las orejas.

Parece ser que determinados grupos de narcotraficantes están “adornando” o “marcando” sus enví­os de droga con imágenes infantiles (como esta de los Teletubbies). [Humor mode on] A parte de que uno pueda pensar que Tinky-Winky está lleno de referencias a la comunidad homosexual, o que Laa-Laa parece que “se haya tomado algo” [humor mode off] lo cierto es que es ruí­n y muestra una bajeza sin lí­mites el adornar la drogan con imágenes infantiles (o el estampar las pastillas con iconos de naturaleza infantil, como este de Harry Potter). -¿Quieren decorar su “mercancí­a”? que le pongan esta imagen, que por lo menos junta dos males en uno.

La droga es una lastra, un mal a erradicar. Está claro que “la guerra a las drogas” que libra EEUU es un error que cuesta más vidas, corrupción y abusos que otra cosa. Está claro que la polí­tica meramente persecutoria lo único que consigue es incrementar cada dí­a más la población carcelaria, que ya está más que saturada en casi todos los paí­ses, significando una lastra económica y social impermisible para el resto de ciudadanos. Está claro que hay polí­ticas alternativas (educación, comunicación, involucración social, fomento de alternativas lúdicas, fortalecimiento de valores alternativos, eliminación de valores supérfluos y dañinos como el consumismo, la alienación y la ostentación que parecen haber permeado nuestra sociedad, etc) que merecen la pena y no son destructivas ni represivas. Pero claro, eso implicarí­a una revisión del sistema completo, y una reducción de la represión. Implicarí­a un autoanálisis, y una crí­tica. Y eso el sistema no lo quiere aceptar. Con su arrogancia y su endogamia el sistema que todos estamos alimentando acabará consumiéndonos en una demostración de justicia natural.

3 ALONSO CAMPEON -¿Y DE QUE ME ALEGRO? SUS ABOGADOS OTROS BUITRES

Cuando Fernando Alonso se proclamó campeón del mundo de F1, yo estaba en Italia. Instintiva y naturalmente me alegré. Pero acto seguido mi vertiente racionalizadora no pudo evitar el cuestionarse esa alegrí­a.

-¿Soy familiar suyo? No

-¿Conozco yo a este chico (que por cierto, parece ser un tí­o estupendo)? No

-¿Conozco a alguien que lo conozca? No

-¿Me afecta directamente su victoria? No (vale, la imagen de España sale ganando, pero ese es un concepto realmente etéreo como para tenerse en cuenta)

-¿Por qué me alegro?

Muy sencillo: porque todos necesitamos “pertenecer” y nos creamos ví­nculos emocionales altamente artificiales. Somos de tal o cual equipo de tal o cual deporte. Pertenecemos a tal o cual falla, colla, hermandad, agrupación o lo que sea.

Incluso aquella asociaciones que muestran afinidades (como el seguir tal o cual secta, perdón, religión, o pertenecer a tal o cual asociación, o haber estudiado tal o cual carrera) no son suficientes para explicar los ví­nculos emocionales que muchas veces se derivan de ellas.

El problema de esta racionalización es que nos lleva a cuestionarnos instituciones que muchos no quieren que sean cuestionadas. Y no hablo de los equipos de fútbol. Hablo de la “patria”. -¿Y qué que compartamos administración general, idioma, cultura, o terreno? -¿Dónde marcamos la lí­nea, en los Pirineos, en la vaya de Ceuta, en el rí­o más próximo, en tu calle, en tu finca, en tu casa, en tu cuarto (los japoneses llaman a esto Hikikomori…?

Me alegro por Alonso, pero también por Rossi, y por Sete… y por todos los que disfrutan haciendo deporte (y si encima ganan mucho dinero me alegro más por ellos). Pero entregar pasiones y emociones a “una causa común” tan vací­a como esa es muy triste. Todos necesitamos un escape, un ocio. Es estupendo ver deporte por la tele, tomar partido, alegrarse… pero esas muestras de desesperación o euforia que se viven en los estadios o en los conciertos, alentadas por la mitomaní­a que da de comer a muchos medios de comunicación me parece extremadamente peligroso. Alienación. Antes era la religión, luego la tele, ahora los mitos. Y no son mitos por méritos altamente admirables (como los logros cientí­ficos), sino por hazañas deportivas, o peor aún, por haberse acostado con la estrella de turno (o incluso ser el primo del que se acostó con una ex-estrella del cine).

Señores, sus afinidades, sus pasiones y su dedicación están mejor en otros sitios: su familia, sus amigos, y aquellos que aportan a su vida valores elevados (salud, conocimiento, seguridad, etc). Animemos al médico que le ha curado (no al que cobra comisiones de laboratorios por recetarle un medicamento que no ha demostrado su utilidad), o al bombero que le ha salvado de un incendio, o al maestro que ha enseñado a su hijo a valorar la amistad y a seguir el camino del diálogo… y sobretodo animemos a ese hijo que va a jugar al fútbol con el equipo del colegio. No sale en la tele, pero merece mucho más la pena.

Sr. Alonso, enhorabuena por su triunfo. Creo que se lo merece y parece usted una persona estupenda. Me alegro por usted. Pero no por mí­. Y ya que estamos, si es cierto que sus abogados han contactado con una peña de seguidores suyos para que quiten su nombre de internet, dí­gales que son unos mendrugos que están dañando su imagen y perjudicando sus negocios. No los miembros de la peña. Sus abogados.

4 BUSH Y SU CIRCULO DE HIERRO.-

Ya sé que cansa tanto oir cómo me meto con Bush, pero hay que denunciar los abusos, sobretodo cuando vienen del hombre más poderoso del planeta.

En esta ocasión es un ejemplo más de cómo crea y mantiene un “cí­rculo de hierro”, colocando a sus hombres (en este caso una mujer) en puestos clave para mantener el control absoluto. Esta técnica es una especie de bucle (por no llamarlo espiral y que los debianitas se enfaden ;-). Los “halcones” que rodeaban a su padre fueron los artí­fices de su polí­tica, y luego los artí­fices de que Bush Jr llegara al poder. Son los que piensan (mal, pero lo hacen), son los que mandan, los que disponen. Pero saben que son tan débiles como el presidente que los protege y los mantiene en su cargo. Este (Bush Jr) tiene un pacto de por vida, y una enorme deuda, así­ que no se los quietará de encima… pero si él pierde el poder, entonces todos fuera. -¿Solución? copar todas las esferas de poder posibles para perpetuar su influencia. Ejemplo del dí­a: “Bush coloca a su consejera legal (que debe ser la leche, dado el historial de infracciones de las legislaciones tanto norteamericanas como internacionales de este hombre y su gabinete) en el Supremo, pese a carecer de experiencia judicial”.

Ha quedado claro y patente (como si no lo fuese ya) que lo que importa en polí­tica es ser fiel y saber devolver los favores. No la preparación. la experiencia o la valí­a. Lo dicho: asco de sistema.