Pese a que no quiero entrar en detalle sobre este tema (me lo “reservo” para mi próximo artí­culo en la revista Personal Computer & Internet), hay nuevas informaciones al respecto que merece la pena comentar.

El diario El Paí­s, en su versión OnLine de ayer jueves 3, en la sección tecnologí­a, escribe cosas muy equivocadas y negativas, y aporta detalles muy acertados e interesantes.

Error del artí­culo de El Paí­s (y de Sony y la Industria Discográfica en general, pues estoy seguro que este error de percepción y estos prejuicios los arrastran todos ellos):

“Expertos y compañí­as de seguridad han criticado a Sony por incluir en los discos de una veintena de sus artistas un software contra la piraterí­a”

-¿Cómo “software contra la piraterí­a” cuando más adelante dicen: “Sony ha utilizado la tecnologí­a de los rootkits para limitar lo que el comprador de los CDs puede hacer con ellos”?

El malware de Sony, aparte de poner en peligro la seguridad y estabilidad del ordenador “infectado”, consumir muchos recursos del mismo, y transmitir información sin autorización del propietario de la máquina, no distingue sobre la copia privada y la “pirata” (supuestamente: copia destinada a su comercialización ilegí­tima; y digo “supuestamente” porque la copia NUNCA puede ser pirata, si acaso puede ser piraterí­a su comercialización, pero la copia en sí­ NO puede ser pirata, pues no se sale de la ilegalidad al ser copiada, sino al ser comercializada sin permiso).

Y, por cierto, -¿qué es esto de “limitar lo que el comprador puede hacer con ellos”? Es una majaderí­a. -¿Es la “propiedad intelectual” propiedad o no? Si lo es, entonces que se atengan a las consecuencias (el propietario podrá disponer LIBREMENTE de su propiedad). Si no lo es, entonces que dejen de intentar convencernos de lo contrario, pero sin ser consecuentes con su propia trampa. La “propiedad intelectual”, como he defendido en multitud de ocasiones durante años, sin que ni un sólo experto me haya dado un sólo argumento en contra, es una entelequia. No existe. No es verdad. Las creaciones culturales NO son ni pueden ser (ni deben ser) propiedad. Otra cosa es que hablemos de los modelos de negocio que permitan (aunque no tengan por qué “garantizar”, pues en el libre comercio no hay NADA garantizado) que los agentes que participen en la creación y distribución de dichas creaciones pueden obtener beneficio económico, cosa que sin ser fundamental para garantizar la creación (y el que sostiene lo contrario ni sabe de Historia, ni sabe lo que es crear, ni sabe lo que es el arte), no deja de ser evidentemente deseable.

En este tema, modelos de negocio alternativos, estoy ahora mismo centrando mi actividad. Ya lo he comentado antes, y hay otros muchos ejemplos, así­ que lo dejo para más adelante.

Volviendo al artí­culo de El Paí­s, cosas interesantes, y aciertos en su cobertura:

“Sony BMG viene utilizando este sistema en algunos de sus discos desde hace unos ocho meses, y que antes de la información publicada por Russinovich no habí­an recibido ninguna queja.”

-¡Increí­ble! Nunca habí­a visto una defensa del oscurantismo y la falsa percepción de seguridad a través de la ocultación en mi vida, incluyendo a la Administración Bush. -¿El hecho de que nadie se queje quiere decir que no hay ningún problema? Bueno, pues eso significa que no se molestará si tengo un lí­o con su mujer, mientras no se entere… Señores, no confundamos la ética con la justicia, y mucho menos con la ley (o pero todaví­a, con la repercusión mediática y los beneficios, que es lo único que entiende esta gente).

Lo que también es increí­ble es que en 8 meses nadie (que haya comprado uno de estos CDs infectados, y lo haya puesto en su ordenador con Windows -aun les pasa poco-) haya detectado esta actividad ilegal en sus máquinas. Está claro que el usuario medio ni sabe ni sabrá lo que pasa en su máquina (por eso no todo el mundo pasa a software libre YA), pero el usuario avanzado deberí­a. -¿Tan pocos de estos hay en el mundo?

Y sí­, he dicho “ilegal”. -¿Dónde está la responsabilidad legal de Sony? Está claro que en Europa lo tenemos mal, pero un class action suit en EEUU estarí­a muy pero que muy bien. -¿Alguno de mis amigos lectores al otro lado del charco se atreve?

Por otra parte, el artí­culo describe una interesante situación: “Sony BMG y su socio tecnológico First 4 Internet empezarán a distribuir una herramienta informática que hace visibles los archivos que instala el CD.”

Pero acto seguido especifica: “Sony está entregando la herramienta que permite hacer visible los archivos invisibles del rootkit a las compañí­as antivirus y se ofrece también a los internautas que visitan su página. í‰stos pueden solicitar también, según ha explicado McKay, otro programa que permite realizar una desinstalación segura, para lo cual deberán rellenar un formulario con sus datos.”

O sea, que a las empresas “aquí­ tienen la solución, perdonen las molestias”, y a los indiví­duos /consumidores / ciudadanos “si quieres la solución, dame tus datos, vende tu intimidad”.

-¡Ya está bien! -¿No entiende esta gente que existe la intimidad, la privacidad, los datos personales, el derecho de copia privada…? Parece ser que no. -¿Quizá hay que demostrarles que con el consumidor no se juega? Pues, que se oiga nuestra voz: boycott a Sony BMG.

Que alguien diseñe un banner, que los bloggers se hagan eco, que alguien haga pegatinas (al estilo Down Hill Battle) y que se peguen en los CDs de Sony BMG explicando por qué hay que dejar de comprarlos, y qué mensaje queremos que entiendan, que alguien haga flyers para repartir en los institutos y en las universidades, que los medios de comunicación hablen de ello… -¡Basta de permitir que abusen de nosotros! -¡Basta de que nos hagan creer que son los necesarios defensores de la creación cultural cuando no son más que unos oligopolistas que están estrangulando la libre creación y comercialización de obras mientras restringen nuestros derechos y encima nos insultan!