En este artí­culo de devolucion.info David Gil (que fue alumno mio) puntualiza un error muy común. Tan común que lo cometí­ yo mismo hace unos dí­as en este artí­culo: el hecho de que una obra sea de libre acceso, no quiere decir que sea LIBRE. Leed el artí­culo, que merece la pena. Yo, al acabar de leerlo, pese a que querí­a puntualizar algo, he puesto en la sección de comentarios:

_El alumno aventaja al maestro (que no “profesor” 😉 )

Enhorabuena David, excelente artí­culo, y sobre todo, excelente y elegante “tirón de orejas” por mi inexactitud al hablar de “libre” como si fuera lo mismo que “de libre acceso” (tiene guasa que me pase el dí­a hablando de eso, y luego hasta yo mismo caiga en la trampa: eso demuestra hasta dónde cala en todos nosotros el condicionamiento de la falta de libertad de acceso, que cuando desaparece nos hace creer que ya existe libertad).

Mil gracias de nuevo.