-¿Paz social o muerte social? Mercado -¿libre? Subversión YA
Retención de datos, reintento de aprobar la patentabilidad del software, DNI con RFID, canon, LPI, Sociedades de Gestión Francesas antiGPL, Suciedades de Gestión Españolas, iTunes y nuevos Macs con DRM, Sony con troyanos DRM, Echelon, Enfopol, Wassenar…
Tenemos unos políticos ridículos que nos causan vergí¼enza ajena y que con esos grandes temas mencionados están recortando nuestras libertades, y nos dirigen hacia un futuro muy muy terrible.
Incluso en el nivel pequeño y anecdótico de una ciudad, los barceloneses están que trinan con las famosas medidas “cívicas” de Clos. Pancake lo relata de maravilla en su blog, pero a modo de resumen: Clos ha prohibido sentarse en el suelo, multa a indigentes (por dar mala imagen a la ciudad), cierra radios libres, persigue la prostitución (claro, a los políticos se las traen al hotel, no las buscan en la calle), prohibe comer en la calle… incluso se ha retirado la famosa (en Cataluña) figura del “cagador” del belén de Barcelona. Pero el fondo de la cuestión está en normas como: para hacer una manifestación no sólo hay que pedir permiso. También hay que pagar un seguro “por los posibles daños materiales”, se prohibe repartir boletines informativos, colgar carteles, y hay que pagarles a los cuerpos de seguridad (como dice pancake, son cuerpos, no cabezas), para mantener la “paz social”.
-¿Paz social o muerte social?
Si no estábamos calentitos ya de por sí, ahora va y tanto PSOE como PP nos muestran la verdadera cara de la política: miseria vendida al mejor postor (multinacional norteamericana) despreciando el coste para todos y cada uno de los españoles.
Antes de ayer ERC e IU presentaron una propuesta para el uso del Software Libre en las Administraciones Públicas, y fue rechazado de pleno por el PSOE y el PP, con frases tan escandalosas y descaradas como:
**“Impide la libre competencia” (palabras de Micro$oft, que no sé lo que habrá co$tado ponerlas en boca de miembros del gobierno)
“Si el software libre es tan bueno, -¿por qué no compite en el mercado?” (ridícula marioneta socialista dixit)
Para empezar, “libre mercado” no tiene nada de libre. Cuando ya tienes unos sistemas instalados, y muchos de tus documentos digitales están en un sistema, soporte, formato o protocolo privativo, el anterior proveedor tiene una ventaja ilegítima. Además, a base de “contribuciones” y “colaboraciones” se compran muchas voluntades políticas. Y eso sólo lo puede hacer una gran empresa, no la multitud de pequeñas empresas que viven del software libre (o podrían hacerlo si la administración no fuese tan ciega).
Pero además, -¿de qué libertad hablamos?
Somos esclavos del software privativo, que con formatos cerrados y programas patentados, nos obligan a pasar por su aro, pagando de más, dinero que además va a parar a EE.UU.
-¡Y encima código cerrado! Estoy convencido de que eso va en contra de las directivas europeas y de la LOPD (el responsable de un fichero lo es de su integridad y seguridad… pero -¿cómo va a serlo si está en un formato o sobre un programa a cuyo código no tiene acceso y por lo tanto no lo puede “reparar” ante vulnerabilidades y otros problemas?).
Juegan con dinero público. Tu dinero y el mío. Y no les importa mal gastarlo. Y no les importa la libertad, la posibilidad de aprender, el bien estar, o el bien común. Sólo les importan sus contactos, grupos de presión, votos y contribuciones de campaña. Si no fuese así no estarían donde están. No busquéis en el poder a alguien honesto. No llegan los honestos al poder, y los que llegan duran poco o se les mantiene para que den una sensación de pluralidad, a lo folklore.
Y mientras seguimos frustrados en la red. La mayor oportunidad de compartir conocimiento y colaborar en el avance de las ciencias que ha tenido la humanidad, y los retrógrados, burócratas, y mezquinos se ponen en nuestro camino.
Yo digo que los arrasemos. Yo digo que no busquemos ni siquiera una excusa, ni un día señalado, ni una acción particularmente mediática. Digo que lo hagamos todos, y ya.
-¿Cómo?
Manual de subversión digital ciudadana: próximo post.