Las licencias escritas por abogados u otras máquinas no tienen en cuenta muchas veces ni la realidad, ni las implicaciones de sus escritos. Esto nos lleva a situaciones realmente absurdas, y es uno de los motivos por los que las licencias (TODAS) deberí­an desaparecer, dando paso a un mundo distinto, mejor… un mundo sin copyright (Suidad).

Un ejemplo de estas situaciones absurdas es la licencia copyright de Facebook y sus implicaciones. Facebook es una web de red social, como muchas otras. Enlaza estudiantes de institutos y universidades norteamericanos, como muchas otras. Y tiene una licencia que le atribuye el copyright exclusivo de cualquier contenido que el usuario postee en su sitio, como muchas otras. Lo curioso es que, como su nombre indica, esta red social muestra la cara del usuario (foto). Por lo tanto la licencia les da -¡el copyright de la cara de los usuarios! (sí­, de su cara, pues aunque en principio es de su foto, cualquier otra foto en la que aparezca la misma cara se podrí­a debatir en un juicio que constituye una obra derivada, al ser otra toma del mismo “objeto” cuya reproducción gráfica cubre la licencia contractual de copyright).

-¿Cuántos absurdos más son necesarios? -¿Cuántos abusos? -¿Cuántos atropellos? Basta ya. Di NO. Acabemos con esto.