Este mes de febrero está resultando negro para la privacidad de los ciudadanos del mundo (aunque llevamos varios años así­, pero parece que la cosa empeora por momentos).

Primero los servicios de rastreo del móvil a través de internet (sean españoles o ingleses) cobran auge.

Después, hace dos semanas la Electronic Frontier Foundation acusó a la empresa de telecomunicaciones norteamericana AT&T de permitir el acceso ilimitado al gobierno norteamericano a una base de datos de 300 terabytes de información de llamadas de sus clientes (una de las bases de datos más grandes del mundo).

Y ahora Google, con su anuncio ayer de “búsqueda entre ordenadores” en su “Google Desktop”, es la que está poniendo en grave peligro la privacidad de todos los usuarios de este servicio ya que TODOS sus documentos (de procesador de textos, hoja de cálculo, PDF, y otros basados en texto) se copian a los servidores de Google automáticamente para hacer posible esa búsqueda. No parece que haya que ser uno de esos grandes genios que trabajan en Google para darse cuenta de los horrorosos problemas de privacidad y seguridad que ello conlleva. -¿Se han vuelto locos? -¿Son más villanos de lo que parecí­a? -¿Ha conseguido el gobierno norteamericano hacer que bajen la cabeza y colaboren? -¿Cómo?

Lo cierto es que el prometido (y retrasado, pero que algún dí­a llegará) “manual de autodefensa o subversión digital del ciudadano conectado” parece hacer cada vez más falta.

Empieza a hacerte un poco paranóico. Empieza a informarte. Empieza a aprender a defenderte. Lo que se nos viene encima no es cosa de broma. Prepárate.