Si hace unos dí­as hablábamos de los peligros que acechan a las bibliotecas ahora leo con incredulidad lo que el Boston Globe ha publicado: escrito por Richard L. Cravatts, profesor de la Boston University, dice que Kathy Glick-Weil, directora de la biblioteca de Newton (Massachusetts, EEUU), al negarse a permitir un registro de los ordenadores y archivos de la biblioteca por parte del FBI sin permiso judicial el 18 de enero (tras una amenaza de bomba a la Brandeis University), lo que hizo fue poco menos que apoyar a los terroristas.

-¡Menudo fascista!

Bush aun busca resquicios pseudo-legales, excusas y mentiras, para ocultar las escuchas sin orden judicial, pero este “profesor” (fí­ense ustedes de uno que da clases en una universidad 😉 directamente se mete contra las bibliotecas, los bibliotecarios, y todo el que se atreva a invocar los derechos y libertades civiles en la sacrosanta lucha contra el terrorismo.

Increí­ble pero cierto. El clima de belicismo, control, paranoia “terrorista”, estado de sitio frecuente, etc que ha fomentado la administración Bush está permeando todas las capas de la sociedad norteamericana. 1984 de George Orwell pronto pasará a ser una descripción de la sociedad actual (en muchos aspectos ya lo es).