El coste de las “escuchas legales” en Rumania en 2005, según el gobierno rumano, fue de 118 millones euros, casi la misma cantidad que su presupuesto nacional para investigación cientí­fica, o que el presupuesto para la construcción de viviendas de protección oficial, o la mitad del presupuesto de su Ministerio de Cultura.

– Según Catalin Harnagea, ex-director de una unidad del Servicio Secreto Rumano, el coste de las escuchas a un teléfono “pinchado” es de 150 – 200

euros/ hora (intercepción y transcripción).

– Según el Presidente Traian Basescu unos 6,370 teléfonos fueron “pinchados” en 2005.

– Según el Helsinki Committee (APADOR-CH) en 2002cada teléfono “pinchado” lo fue por un promedio de 220 dí­as.

– Periodistas del diario “Adevarul” estiman que cada vez se graban unos 30 minutos por teléfono “pinchado” al dí­a.

– En 2003, el Fiscal General Ilie Botos declaró que entre 1991 – 2003 se interceptaron las conversaciones de 20.000 personas por orden judicial. Se emitieron órdenes para 14.000. De las 5.500 personas investigadas sólo 620 fueron a juicio, y de ellas sólo 238 fueron condenadas.

Todo esto se ha destapado por las escuchas realizadas a Dinu Patriciu, propietario de Rompetrol, quien ha denunciado que el Servicio Secreto Rumano lleva grabando sus conversaciones desde hace años, pese a que no tiene ninguna investigación abierta

Más info en el periódico local Adevarul.

Y en otro sitio rumano (y 2).

En Italia, el Ministro de Justicia Roberto Castelli estima que se efectuaron unas 100.000 escuchas en 004, con un coste aprox de 300.00 millones de euro (Italia tiene el “record” de escuchas por habitante: 172 por cada 100.000 habitantes).

Caso de Italia según EDRI.

Por contraste el Comisionado de Comunicaciones del Reino Unido habla de 1.983 intercepciones en 2003 sobre una población de 59,5 millones,

3,3 por 100.000 habitantes.

-¿Qué ocurre aquí­? Necesitamos más transpariencia, control, y explicaciones de los gobiernos a sus ciudadanos. Y que se tenga más respeto por la intimidad (seguridad sí­, investigaciones sí­, pero escuchas sólo cuando sea necesario y por orden judicial).