NOTA: según legislación norteamericana (sin Copia Privada, aunque con un limitado “Fair Use”), las descargas de material restringido con copyright pueden ser delito (a diferencia de España).

En EEUU los estudiantes, pese a los juicios, campañas de publicidad (“concienciación” les llaman los cí­nicos), y demás presiones de las universidades (aquí­ también sabemos un rato de eso) siguen descargando. La lógica y la razón se imponen por encima de las leyes, los lobbies, y aquellos que quieren detener el futuro, regresar al pasado, y no tener que encontrar soluciones a su fracasado y anacrónico modelo de negocio, modelo de negocio que pasa por la manipulación de precios, por la que ya han sido condenados, y por la que están siendo investigados de nuevo.

Señores legisladores, no escuchen a los “mafiosos” de la $GA€ con sus cantos de sirenas entonados por entronados OTs. No se dejen seducir por falacias pseudo-lógicas, en un estado de beneplácita complacencia tras comilona opí­para a cargo de las arcas del estado, o de los diezmos recaudados por la suciedad de gestión de turno (en definitiva, lo mismo es: pagamos todos y va a parar al bolsillo de unos pocos). En estos momentos de debate legislativo sobre la reforma de la LPI, conviene que miren al otro lado del charco y vean el desastre al que ese modelo ultraortodoxo y restrictivo del copyright lleva: recorte de libertades, monopolio disfrazado de oligopolio, endogamia creativa, involución cultural… es hora de cambiar. -¿Cómo? Pues analicemos lo que está mal, y luego propongamos lo que podrí­a mejorarse (que en este caso es mucho).

Seguiremos informando y les daremos ideas. Y no se las cobraremos. Aunque eso no quiere decir que no cobremos (o que queramos que otros no cobren). -¿Lo entienden? -¿No? Me lo temí­a, ese obtuso y decimonónico modo de pensar es el que les pierde señorí­as. -¡Despierten! Es el siglo XXI. Están en la red. Lo quieran o no. No hay vuelta atrás.