La reforma de la LPI que están pariendo en España no sé si da más asco, miedo, o risa (esta última maquiavélica, por supuesto).

Pero no estamos solos (mal de muchos consuelo de tontos, ya lo sé).

En Italia se está debatiendo en el Parlamento una nueva LPI con una redacción tan ambí­gua que asusta. Y no porque los legisladores del otro lado del Mediterráneo/Tirreno no tengan labia. Sino porque incluye vagas definiciones que se prestan a abuso, con el claro objetivo de hacer que los proveedores de acceso a internet sean responsables de los contenidos que transfieren. Es como hacer que el mensajero sea responsable del contenido de los enví­os. O el taxista de las acciones de la persona a la que transporta. O el hotel de lo que hace el huésped en su habitación.

Además la ley propuesta no incluye ninguna compensación para aquellos a los que se lleve a juicio por infringirla presuntamente y luego sean declarados inocentes.

Más info en Alcei (en Italiano, 13.02.2006, y 17.02.2006)

Todo por la transposición de la Directiva UE 2004/48, con origen en la OMPI, los EEUU, discográficas multinacionales, productores de cine norteamericanos, y Suciedades de Gestión europeas. Y encima nos dicen que es para “defender nuestra cultura”. Manda huevos. Eso sí­ es cultura y castiza.