Tal y como comentaba el artí­culo “Proposed New Jersey Laws Would Chill Free Speech” del boletí­n de la EFF, en EEUU un grupo de defensores de los derechos individuales en la red, entre los que se encuentran la Electronic Frontier Foundation (EFF), craigslist, Public Citizen, the US Internet Industry Association (USIIA), the Center for Democracy and Technology (CDT) y los catedráticos Lyrissa C. Barnett Lidsky y Jennifer M. Urban han enviado una carta abierta a tres congresistas de Nueva Jersey (Peter J. Biodi, Wilfredo Caraballo, y Upendra J. Chivukula) para que retiren las propuestas legislativas A1327 y A2623 que obligarí­an a que los ISP (proveedores de acceso a internet) entregaran la identificación de un usuario ante cualquier acusación de difamación.

Actualmente en EEUU la Primera Enmienda de la Constitución (que protege el derecho de libre expresión incluso de forma anónima) y una ley federal (que protege el anonimato en internet) se oponen a las mencionadas propuestas legislativas, que de ser aprobadas conllevarí­an miles de acusaciones falsas de difamación con tal de hacer pública la identidad de activistas online que protegen su identidad (y muchas veces con ella la posibilidad de poder criticar) tras el anonimato.

Recordemos que los jueces norteamericanos llevan siglos juzgando casos de difamación con acusados anónimos (generalmente llamados “John Does”, lo que en España serí­a “Pepito Pérez” o “Juan Español”) sin necesidad de que la identidad del acusado sea revelada a priori.

Y ejemplo de que ese sistema es equilibrado y funciona es la web que la Cyberslapp Coalition ha montado que muestra los detalles (consultables a través de base de datos) de unos 50 casos de denuncias a personas anónimas, y cómo los jueces han procedido según cada caso, resolviendo todos y cada uno de ellos, sin necesidad de la identificación previa del acusado.

Pero lo importante de esta noticia no es una propuesta legislativa más que intenta limitar los derechos de los ciudadanos norteamericanos. Eso empieza a ser tristemente habitual. Lo importante es cómo incluso las libertades más “sagradas” y antiguas sufren ataques directos por parte de los legisladores, con la excusa de que “en la era internet las cosas son diferentes”.

Señores, internet es una herramienta. Una herramienta supuestamente democratizadora y que deberí­a permitir una mayor nivel de comunicación, y por tanto de libertad, para los ciudadanos. No menor. Más. No menos. LIBERTAD: es es (o deberí­a de ser) internet.

Y al resto del rebaño: manteneos alerta e informados, porque van a por vuestras libertades. Una a una. A veces de forma sigilosa, y a veces de forma ostentosa. Pero las quieren todas. Y una vez no te queden libertades… no lo quiero pensar (ni falta que me hace porque en ese mundo no viviré, pues yo, como el Che, prefiero morir conectado que vivir silenciado).