Los melones y Condoleeza, el DRM definitivo, y otras estupideces
Este es el post de las estupideces, a las cuales les tengo más aprecio desde que estudié la reducción al absurdo como una herramienta de la lógica dialéctica.
Estupidez 1: Lo melones y Condoleeza
Por absurdo que parezca, en el Bellevue Community College (de Washington, EEUU) una pregunta de un exámen de álgebra un tanto ridícula (que ponía como ejemploa una tal “Condoleeza” que subida a un “Edificio Federal” sostenía una “sandía” –watermelon-, la deja caer y entonces pregunta -¿a qué velocidad…?etc) ha llevado a una enorme polémica local, y a que el Presidente del centro Jean Floten haya pedido perdón a los estudiantes por este acto de “racismo institucional” y haya pedido un esfuerzo a todos los profesores para que mejoren su “sensibilidad racial”. -¿-¿???!!!-¿-¿-¿-¿-¿ -¿Mande? -¿Qué tiene que ver el racismo con todo esto?
Lo más curioso es que la pregunta se hizo en un examen de preparación en 2004 y nadie dijo nada. Pero ahora que ha aparecido en otro examen, causa polémica.
Estupidez 2: el DRM definitivo
Leo en Halón Disparado que han creado el sistema anticopia (DRM) definitivo.
Hilarante. Desternillante. Y lo peor es que seguro que más de uno piensa que tiene lógica. Patético.
Estupidez 3: Cómo las patentes atentan contra la innovación
César publica en su blog un artículo de Alejandro Nadal aparecido en La Jornada – el miércoles 12 de abril. En dicho artículo se relata cómo las patentes sirvieron de freno a la industria aeronáutica durante años. Me recuerda al estupendo análisis (aparecido en The Case Against Patents) sobre cómo las patentes frenaron la Revolución Industrial y el daño que esto causó en la economía mundial.
Ojo: La estupidez son las patentes, no el artículo.
Estupidez 4: Agente de la DEA se pega un tiro en el pie en una charla sobre seguridad y pone un juicio al gobierno de EEUU por emitir el vídeo
Lo siento, pero es tan compicado este absurdo caso que no he podido resumir el titular más.
Resulta que un tal Lee Paige, agente encubierto de la Drug Enforcement Agency (DEA) de EEUU, dando una charla a niños sobre seguridad y armas en abril de 2004 en Florida, se pegó un tiro en el pie accidentalmente (es de suponer). Esto ocurrió cuando el agente Paige acababa de decir a los niños que él era “la única persona en dicha habitación suficientemente profesional como para llevar el arma (una Glock calibre 40)”.
El momento fue grabado en vídeo (aquí está en streaming de Windows Video) por una persona presente en la charla, que le dio el vídeo a la DEA, y lueo apareció en Internet.
Pues bien, el agente Paige ha llevado a juicio a la DEA por daños y perjuicios causados por la emisión del vídeo, ya que ahora se rien de él (no me extraña), cuando (según él) “llegó a ser uno de los mejores, sino el mejor agente de la DEA”, y ahora no puede trabajar encubierto pues el vídeo se ha emitido hasta en la TV. También se queja de que no le contratan para dar charlas de seguridad. Lo cual por otra parte tiene sentido. Sobretodo por aquellos que no quieren que la próxima vez su arma se dispare hacia un niño.