[Post actualizado (a propuesta de blang)]

Hace unos dí­as escribí­ (para mi vergí¼enza) esto:

Si buscamos “proselitismo”, el Diccionario de la RAE nos dice:

1. m. Celo de ganar prosélitos.

Pero si buscamos “prosélitos” nos dice:

_AVISO

La palabra “prosélitos” no está en el Diccionario._

Bug?

_(AVISO

La palabra “bug” no está en el Diccionario.) 😀_

Pues bien, tras varios comentarios de lectores sorprendidos, Lorien666 por fin desveló (horas después) el secreto en un comentario:

_pero jorge hijo mio de mi alma…!

-¿desde cuándo salen los plurales en el diccionario?

prosélito

(Del lat. tardí­o proselytus, y este del gr. προσλιτος).

  1. m. Persona incorporada a una religión.

  2. m. Partidario que se gana para una facción, parcialidad o doctrina._

Luego Irimi1977 apuntó algo muy interesante (y acertó con la causa principal de mi error):

_Pillao me he quedao….

Menuda cara de idiota se me ha quedado (tanto copy y paste y buscar en el google la palabra exacta de lo que busca hace que uno se vuelva muy mecánico, no?) Jajajajaja

Desde luego esto ha hecho que me fije un poco más. Gracias Lorien666._

Lo cierto es que hice un “copiopego” y no me fijé realmente. En el mundo “analógico” también hacemos esto, pues sin pensarlo hubiese buscado en el diccionario de papel “prosélitos”, pero la importante diferencia es que el mundo analógico permite aproximación (o sea, que al ver “prosélito” pero no “prosélitos” me hubiese dado cuenta, o ni siquiera eso, simplemente me hubiese fijado en el significado de “prosélito”), y el mundo digital no (está claro que hay búsquedas con wildcards y todo eso, pero lo importante es la diferencia conceptual entre el 1 o 0 y el 1, 1‘1, 1‘112, etc.

Los puristas pueden argumentar que la gradación analógica no es más que ampliar el rango contemplado por la reducción digital, pero está claro que la tecnologí­a actual (tanto informática, como de nuestro cerebro), no permite hacer una “realidad digital” superior a la “realidad analógica”. Ahora bien, -¿y cuando consigamos que Matrix sea más real, más rica, y más profunda (en algunos aspectos ya es) que la “realidad”?

Al fin de al cabo, la “realidad” es un consenso, una ilusión, un compromiso… La Caverna. Las Sombras. Y nuestro insignificante a la vez que portentoso cerebro jugando con nosotros.