La Red omnipresente (PC&I 41)
En noviembre de 2005 Google (parece que no se pueda hablar de la red sin mencionarlos) anunció un nuevo servicio (Google Local for Mobile) mediante el cual, y a través de su conocido sistema de visualización de imágenes de satélite Google Earth, los usuarios disponen de información local, mapas, direcciones, etc.
Por supuesto, a los pocos días Yahoo anunció un acuerdo con SBC Communications para ofrecer un servicio similar, y de paso anunció su acuerdo con TiVo para la grabación digital de contenido televisivo con programación via web, y la visualización de contenido web (principalmente fotos, tráfico, información meteorológica, etc) en la televisión.
Y no están solos Google y Yahoo en la desenfrenada carrera por ofrecer a sus usuarios información personalizada en tiempo real. Telcontar, a través de Drill Down Server, ofrece información del tráfico, tiendas, mapas e imágenes de las rutas de conducción que selecciona el usuario. A esto le podemos añadir el servicio que Traffic Manager ofrece, el cual consiste en ofrecer rutas alternativas para evitar atascos e incidencias basado en información ofrecida por Tele Atlas, Navteq, o Inrix.
Pero si todo esto no le sorprende, quizá lo hagan los prototipos de sistemas de navegación de ATX que encuentran espacios de aparcar via satélite, o los sistemas (como el de Visteon) que avisan a los conductores de curvas y otros peligros que el conductor vaya a encontrar inminentemente y para los que la velocidad que lleve no sea adecuada. Y si todo esto le aburre, siempre puede usar el sistema Optalert para evitar que se le cierren los ojos mientras conduce.
Todas estas tecnologías dependen de otras, como las de acceso a la información desde vehículos en marcha (una de las opciones más barajadas es la Wi-Fi para coches o DSRC, pero hay otras, como las de RaySat, LeadTek, o la Alianza Zigbee), pero principalmente dependen de sensores, satélites, vigilancia, y control. Ya he escrito muchos artículos sobre los peligros (suficientemente obvios, por otra parte) que estas tecnologías significan.
Además hay un tema más que hay que mencionar. Un tema que no parece preocuparnos, pero que a veces me da que pensar.
Si Cisco ya ha vendido más de 7 millones de teléfonos IP (mientras buena parte de la población de los países “avanzados”, ni que decir tiene de la población de los demás países, no sabe ni qué es eso); si Samsung, Nokia, Qualcomm y LG discuten sobre el estándar de la videotelefonía (DVB-H o Media FLO), mientras en Corea proponen DMB y en Japón ISDB-T; si empresas como Starz ya comercializan servicios de emisión de televisión personalizados (tipo P2P a través de las ondas de radio y el teléfono)… -¿cuál es el nexo de todos estos avances / tecnologías / ofertas / negocios?
La clave es: la omnipresencia de la red, y la digitalización de toda la información. Olvídese del “contenido”: TODO ha de ser “contenido” (mapas, conversaciones, imágenes, películas, estado del tráfico, ubicación de personas… TODO). Y todo eso ha de ser accesible desde CUALQUIER parte.
-¿Les recuerda a algo? (pista: trilogía cinematográfica).
Que quede claro que soy el primer defensor de los avances tecnológicos, y el primero en maravillarme de lo que es capaz el Ser Humano cuando es sensato y de una invención crea otra (en vez de ser obcecado y represor, intentando cerrar el avance propio y ajeno con tal de disfrutar de un innecesario y pernicioso monopolio como pueda ser una patente, o peor todavía: ejerciendo una censura restrictiva y letal a la cultura con tal de controlar y limitar la difusión de la misma y poder así esclavizarla, mercantilizarla, y prostituirla a cualquier precio).
Pero el ritmo de asimilación de tecnologías “de consumo”, la creciente dependencia de las mismas, y los requisitos que cada nuevo avance suponen, significa una autoimpuesta carrera ciega hacia la conectividad total. Y pronto llegarán la web semántica, la inteligencia artificial, la autodefensa del sistema, y quizá la consciencia de silicio que nos recuerde lo que somos: un mono con gafas, un virus, y en definitiva los creadores de nuestra propia sucesión.