David me enví­a este enlace en el que John Buckman (fundador de Magnatune, con el que coincidí­ hace poco en Málaga – Copyleft 3) explica el éxito que está teniendo el vender albums musicales a bibliotecas (llevan vendidos más de 800), y cómo han decidido quitarle el DRM a la música que venden a esas bibliotecas.

Si tienes la suerte de vivir cerca de una de esas bibliotecas de EEUU [Boston Public, Nicholson Memorial (TX), Brooklyn Public, Queens Public, Kansas Virtual Library (group of Kansas libraries) and Maricopa County (AZ)], no dudes en tomar prestada la música y copiarla. Y para los lentos de proceso mental (y sus amigos) les explicaremos cómo esto es bueno para TODOS:

La biblioteca compra (dinero para el artista, especialmente si está con Magnatune, que le da el 50%, y no como las otras discográficas que nunca llegan a un 10%), el usuario puede escuchar gratis (aunque ya ha financiado la compra a través de sus impuestos, claro), pero mientras escucha, la biblioteca se queda sin copias, y compra más. Por otra parte, el usuario ha descubierto una nueva música, y cuando salga al mercado el nuevo album, posiblemente lo comprará (en vez de tener que ir a la biblioteca, prestarlo, copiarlo, y devolverlo), sobretodo si el precio del album está bien y el 50% va al artista. Además, cuando lo tiene prestado puede dejárselo a otros amigos y familiares que lo escuchan… y el ciclo sigue. Todo esto sin hablar de los beneficios derivados (conciertos, patrocinios, conferencias, y otros bolos).

Genial -¿no? (bueno, excepto si eres de un Suciedad de Gestión, abogadoy/o directivo de multinacional disquera, que entonces ves como tu modelo de negocio basado en el parasitarismo se viene abajo, y por lo tanto te pones a manipular, mentir, presionar, extorsionar, y lo que haga falta, que es lo que están haciendo).

-¡Bravo, John!