La SGA€ quiere que TODO sea público. Todo menos la auditorí­a de sus cuentas, claro está (no sea que veamos a qué cuentas, a qué “fundaciones”, a qué “proveedores”, y a los bolsillos de quién van a parar los “gastos de gestión”, las “inversiones” en “formación y nuevas tecnologí­as”, las “campañas de concienciación”, y demás mordidas).

Si un juez descerebrado ya sentenció que TU BODA es un evento público, y con eso en la mano la SGA€ ha comenzado (más bien continuado) su campaña de extorsión, ahora, para seguir agraviando, injuriando, ofendiendo, y “haciendo amigos”, han decidido llevar a un tribunal europeo un caso que perdieron en los tribunales españoles: el de las habitaciones de hotel.

En efecto, la SGA€ quiere que el Tribunal de Primera Instancia Europea declare que TU HABITACION DE HOTEL no es un lugar privado, amparado bajo el concepto de “ámbito doméstico”, y exigen que el Hotel Rafael de Barcelona (siempre hay un cabeza de turco, al que aplicar una “medida ejemplarizante” para que el resto del rebaño se amilane y pase por el aro, o mejor que pase por caja) pague por tener televisiones en las habitaciones (-¡independientemente de si están apagadas o no!) al pretender que eso contituya un acto de comunicación pública (ya saben -¡cierren las ventanas cuando vean la tele en la habitación del hotel, y ya puestos, cuando vayan en el taxi!).

Para esta chaladura la SGA€ cuenta con el apoyo del Gobierno Francés (Sarkozy, mameluco, te estás luciendo) y la Comisión Europea (que entre el apoyo a la patentabilidad de software y esto, me empiezan a causar un rechazo que no lo soporto).

Por suerte en el lado del sentido común y la lógica (a parte de la legalidad, los derechos de los ciudadanos, los intereses comunes, etc) contamos con el apoyo de Irlanda y Austria.

Además, tal y como comenta Bandaancha, Consudato -Asociación para la Protección de Datos Personales de los Consumidores-, ha presentado una demanda contra la SGAE (ante la Agencia de Protección de datos de Madrid, para que investigue y actúe contra la SGAE si procede) por la aportación como prueba de un video privado de boda en Sevilla en un juicio contra los derechos de autor ya que entiende que tal actuación supone una vulneración del derecho de privacidad que todo ciudadano dispone en sus actos privados. La correspondiente multa podrí­a ascender a 600.000 €. Pecata minuta para esta “mafia” que mueve centenares de millones de euros oficialmente (y varios miles de millones a través de su entramado, del que me encargaré en cuanto mis “topos” me suministren la información que me falta). Pero cada euro parece dolerles, así­ que nos alegrarí­amos todos mucho de que los culpables paguen por sus fechorí­as.

No dejes que te arrebaten lo que es tuyo (y no hablo de tu dinero, que te chulean con el canon, sino de tu privacidad). -¡Haz algo, defiende tus derechos!