No se cansan. Por mucho que lo denunciemos no se cansan.

Las Suciedades de Gestión no se cansan de manipular. Por mucho que lo denuncemos una y otra vez, y con pruebas irrefutables. Además, en su estrepitosa caí­da en picado arrastran a todo medio de comunicación incauto o manipulador que se les acerca.

Aquí­ tenéis un excelentemente documentado (como nos tiene acostumbrados Malaprensa) ejemplo de escandalosa manipulación de cifras por parte de Suciedades de Gestión y demás organizaciones afectas y similares. Las cifras son tan absurdas y tan inverosí­milmente inconsistentes (hasta el punto que se contradicen con las fuentes citadas) que da auténtica risa. Si en esto es en lo que se basan los legisladores para parir fetos legislativos y abortos esperpénticos como los que tenemos en nuestro ordenamiento (a todas luces una chapuza de remiendos y desatinos), entonces apaga y vámonos.

Por otra parte, en una nueva entrega del culebrón Traxtore / SGAE, la SGAE (a través de la voz de su amo ACAM, y ocultando la mano que tira la piedra cobardemente como siempre es el caso en las actuaciones de los mafiosos) tenemos la carta de Traxtore que publica el boletí­n de CCOO (Comfia) y la refutación de Antonio Alférez, Director de Comunicación de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en la web de ACAM.

Nótese que la manipulación en este caso es mucho más sutil y aséptica. Han intentado un comunicado libre de pasiones y que aparente frialdad y objetividad, pero que rezuma veneno por ambos lados de su viperina lengua, con perlas como:

– “Que los grandes grupos intenten apretar las clavijas a los autores es lamentable” (olvidándose de mencionar que SGAE no sólo representa también a esos grandes grupos, demostrando ser el verdadero “sindicato vertical”, sino que les da el control total al votarse por tema registrado).

– “el colectivo autoral es de los más castigados de nuestro paí­s, con una gran mayorí­a con ingresos por debajo del salario mí­nimo” (olvidándose decir que ellos les cobran tarifas abusivas a ese colectivo, con reducciones de más del 30% por “gastos de gestión” cuando esos gastos están más que cubiertos por subvenciones y aportaciones del Estado).

– “se enmarca en una Ley, votada en el Congreso por los representantes de la ciudadaní­a” (olvidándose mencionar que ellos son siempre llamados a aportar su punto de vista en la redacción de dichas leyes, incluso a veces dejándoles redactar el texto completo, pero los ciudadanos y consumidores NUNCA pueden participar ni son llamados; y olvidándose también mencionar cosas que les gusta decir en petit comité, como “cenamos con la Ministra cada semana, así­ que no tenéis nada que hacer”).

– “Por supuesto, los responsables de la SGAE se esfuerzan en hacer llegar los puntos de vista y los intereses de sus socios a la opinión pública y a los agentes sociales: partidos polí­ticos, sindicatos, las distintas administraciones públicas, etc. " (olvidándose explicar el CÓMO hacen llegar esos puntos de vista, y cúanto les cuesta -en dinero y regalí­as, se entiende-. Sobre todo me encanta el “Por supuesto”).

– “La SGAE, como tal, está tutelada por el Ministerio de Cultura, tiene sus auditorí­as internas y se ha de someter al control de cualquiera de las 160 sociedades autorales del mundo con las que tiene contrato de reciprocidad.” (olvidándose decir que la tutela del Ministerio es méramente testimonial y no queda reflejo de ella ni es vinculante, y olvidándose decr que una aditorí­a interna es como decir que no se fian de sus contables pero que no quiere decir que el dinero siga un camino transparente; y en cuento a la recirpocidad “Dios los crí­a y ellos se juntan”).

– “En todo el texto se advierte claramente una voluntad de calumniar o difamar a la SGAE: que es intocable; que administra con oscurantismo y a su antojo; que tiene hilo directo con los ministerios para imponer su sistema de recaudación; que implanta canon a su voluntad; que criminaliza al sector tecnológico… " (y digo yo, -¿dónde está la calumnia o difamación?).

– “En el artí­culo se censura el programa de recintos escénicos que está proyectando la SGAE […] La SGAE ya ha dado una explicación: un porcentaje de la compensación por copia privada se ha de dedicar por ley a la promoción del repertorio de sus socios.” (si ya han dado explicación es porque se han visto obligados a ello, pues no les gusta dar explicaciones de nada; y uno de los motivos principales por los que se les exige explicación es que el uso de dichos recintos está sujeto a unas claúsulas contractuales más agresivas y restrictivas, y dañinas a los intereses de autores y artistas si cabe que las que imponen las discográficas multinacionales).

– “Por lo demás, tanto la SGAE como la Fundación Autor tienen un récord admirable de apoyo moral y económico a una larga lista de causas sociales.” (olvidándose decir que el apoyo moral sirve de poco, y qu eel apoyo económico que prestan a “una larga lista de causas sociales.” suele ser a fundaciones montadas por ellos y de las que se lucran de un modo u otro).

– “y otro, creciente, de artistas que ofrecen gratis total su repertorio en el piélago del “copyleft”” (olvidándose decir que esto es absolutamente falso, e insistiendo una vez más en una falacia que no sé si se creen o si no han entendido: -¡copyleft NO significa necesariamente GRATIS TOTAL! qué alguien se lo explique, aunque no hay más sordo que el que no quiere oir).

– “Los artistas viven de sus obras y esperan una remuneración por su uso” (de nuevo reiterando una falacia e intentando que con su repetición cale en la mente de los ciudadanos / consumidores y sobretodo legisladores; la mayorí­a de artistas NO viven de sus obras NI esperan una remuneración por su uso, pues viven de la creación por encargo (autores) e interpretación (artistas intérpretes) y esperan una remuneración por SU TRABAJO, que no es lo mismo por mucho que estos manipuladores se empeñen).

– “más de dos millones en todo el mundo. Y junto a ese planeta está el movimiento o filosofí­a “copyleft”, con varios miles de autores.” (curioso cómo tienen las cifras al revés, aunque no importa, pues los del copyright cada vez son menos y los del copyleft más).

– “A cambio, se establecí­a una módica compensación a autores, intérpretes y productores en los soportes de grabación” (olvidándose decir que llaman módica a un valor superior en muchos casos al del propio soporte, o sea una tasa de más del 100%).

– “Las gestoras de derechos se sienten satisfechas del acuerdo y, presumiblemente también, los fabricantes, como quiera que en tan sólo cuatro años han pasado de vender 115 millones de soportes ví­rgenes (2001) a 585 millones (2005)” (con sarcasmo e ironí­a, pues se olvidan de decir “pese a nuestro desmesurado impuesto”).

En fin, pueden mentir hasta quedarse afónicos. Pueden intentar manipular a todo el que pillen desprevenido y desinformado (como la mayorí­a de legisladores). Pero no nos tomarán el pelo. Eso no.