Diferencias entre una buena y una mediocre sala VIP
Sé que la posibilidad de que haya un responsable de sala VIP de aeropuerto entre la gente que lee este blog es escasa, pero también lo es el estar sentado al lado de un miembro de la Federación Internacional de Polo, y estar de acuerdo en algo tan absurdo, abstracto y superficial como los servicios que estas salas ofrecen.
[También sé que a la mayoría de los que leen mis post les importa un comino todo esto. Pero también a mí lo que piensen. Para eso es mi blog.]
Tras haber estado en docenas de ellas (desde Milán a Paris, pasando por Nueva York o Dubai), han tenido que pasar años hasta encontrar una que me haya hecho pensar “por fin una que lo tiene todo”. No es que sea lujosa, ni siquiera bonita. De hecho tiene varias cosas desagradables, como el ruido del aire acondicionado o la falta de cordialidad de los empleados de la entrada. Pero en cuanto a dotación, esta (Los Angeles NorthWest World Club Terminal 2) se lleva la palma: snacks salados, y dulces; bebidas frías y calientes; periódicos y revistas (en múltiples idiomas, y en cantidad suficiente para todos); zonas privadas y sofás (con televisores a los que se le puede cambiar el canal y sin ellos); te avisan de cuándo está embarcando tu vuelo; y sobretodo: WIFI GRATIS. Ya era hora. Hay países enteros, como Moldavia, ciudades enteras, como San Francisco y pronto Paris, y muchos hoteles que lo ofrecen -¿por qué les cuesta tanto a las salas VIP de los aeropuertos?