Ya se sabe que para que una tecnologí­a (o nuevo paradigma) despegue en la era de la tecnologí­a, hace falta una killer app. Netscape Mozilla hizo volar a la web, mal que nos pese M$ Messenger hizo despegar el IM, y iTunes/iTunesStore/iPod las descargas de pago de música digital.

Pues bien, en la búsqueda de la killer app que haga despegar el uso, consumo, y disfrute del contenido libre de la red se me ocurrí­an varios aspirantes (como la BurnStation de Platoniq, o Democracy Player). Pero, como soy un pijo al que le pierde lo estéticamente hermoso (eyecandy), apuesto por un desconocido: songbird. No es más que la mezcla de Firefox con VLC, pero a veces las ideas más simples son las que calan.