Siempre me ha fascinado la filosofí­a, porque desde fuera parece que no tenga aplicación práctica, pero una vez profundizas te das cuenta de que está en la raí­z de muchos de los debates que existen (o deberí­an existir) en nuestra sociedad.

También es obvio que me fascina la tecnologí­a.

Cuando unimos filosofí­a y tecnologí­a tenemos un área del pensamiento MUY interesante. Sin embargo, pocos parecen ser los debates (a parte del catastrofismo y la prensa amarilla) serios que abordan cuestiones filosóficas para preparar las tecnologí­as del mañana.

El debate sobre la bomba atómica se abrió cuando la se habí­an lanzado dos y habí­an causado muertos y estragos (de hecho, en vez de debate hubo una escalada nuclear). El debate sobre la digitalización de los contenidos y el “mercado de la cultura” se abrió cuando ya no tení­a marcha atrás (de hecho, en vez de debate, hay juicios, leyes, amenazas…).

En Corea del Sur, tal y como leo en la edición online de El Paí­s (recogido de la BBC), se está debatiendo una Carta Etica para Robots. -¡Enhorabuena! Antes de tener problemas, hay que debatirlos, consensuar una polí­tica común, y aplicarla (y luego corregirla y ajustarla a la evolución y l anueva realidad).

Pero hay muchos muchos más aspectos de la tecnologí­a que deberí­amos consensuar (sino regular) como las áreas de la inteligencia artificial, los viajes en el tiempo, los escaneos de pensamiento… parece que sólo se habla de la clonación, pero hay mucho más debate que mantener.