Hace muchas décadas que los satélites nos ayudan a ver la tierra desde el espacio. Ya sean mediciones de parámetros varios (como concentraciones de clorofila, o acumulación de nieve), o imágenes clásicas (como esta de Barcelona) a las que nos hemos acostumbrado a poder acceder gracias a Google Earth/Maps (gracias al cual existen webs tan variadas como Panoramio, para ubicar fotografí­as, o el ladrillómetro, para comparar precios de alquileres), -¿no es maravilloso?

Lo que no comprendo es cómo, tras ver nuestro planeta, en toda su fragilidad e interconectada globalidad, siguen existiendo nacionalismos, regionalismos, consumismos destructivos…