Patético e indignante. Sólo se me ocurren esos adjetivos para describir lo que pienso al leer

este artí­culo de la agencia EFE (publicado en El Mundo) refiriéndose a la presión que se está ejerciendo en Inglaterra para que “los pobres” sucesores de los autores de canciones de éxito (olvidémosnos de los que crearon gran música pero no se acostaron con el productor ni se la chuparon al directivo de la discográfica, claro) equiparen su parasitismo al de los EEUU (son la isla, no son Europa, recuerden). Pretenden pasar de vivir 50 años del cuento a hasta 95. Algunos nos conformarí­amos con VIVIR 95 años.

Pobrecitos cabrones. Que le den al acceso a la cultura. Vivimos en la sociedad del yo yo yo, así­ que -¿por qué piden ayuda?