Traxtore ha perdido el juicio. Se veí­a venir. Lo que no era previsible es que lo hiciera de un modo tan descarado. Según parece la ley se ha aplicado de modo extremadamente descuidado. El proceso ha sido sesgado… y lo peor es que no es la primera vez que ocurre.

La SGAE parece tener patente de corso, y su palabra es ley. Por mucho que mienta, falsifique, o manipule, sus “per(r)itos” nunca son puestos en entredicho. Se aceptan siempre sus tesis, y se admiten casi siempre sus “pruebas”. Un juicio contra la SGAE termina siendo un ejercicio de subrealismo con violación del estado de derecho: se invierte la carga de la prueba (demostración de inocencia), se aplican normas de modo retroactivo, se vulneran los derechos fundamentales de los acusados…

La justicia en este caso ha hablado. Y la verdadera justicia también, y con voz más alta y clara como suele ocurrir. Y nos llama a la lucha. A la lucha contra la injusticia y el abuso institucionalizado.

Me quedo con una frase de Ana M-ª: “GRACIAS POR QUE SI LA INJUSTICIA NO FUERA TANTA, QUIZíS ME PLANTEARIA TIRAR LA TOALLA.” Así­ se habla. Tienes todo mi ánimo. Un abrazo.