Según leo en este artí­culo, el famoso juicio que el ex-fundador de Sun Microsystems (y ahora activista) John Gilmore inició en 2002 porque no le dejaron embarcar en un vuelo doméstico en EEUU, ha terminado en dos cosas claras:

a) La polí­tica de la TSA no es ni puede ser claramente publicada (por motivos que ni el Supremo ha podido esclarecer).

b) Para volar en un vuelo doméstico en EEUU NO hace falta mostrar una identificación. En el caso de no tenerla, lo que hacen es marcar la tarjeta de embarque con el famoso SSSS. Y ya está.

Por lo tanto, si no se verifica la IDENTIDAD del pasajero en vuelos nacionales, -¿por qué sí­ se hace en los vuelos internacionales? Y la sorprendente respuesta es: por el control de FRONTERAS.

O sea, que no piden identificación por seguridad. La piden por control de fronteras, y por dar sensación de seguridad. Así­ que CUALQUIERA puede dar un nombre falso al comprar el billete (con cash en una agencia de viajes), no presentar la identificación al embarcar, y con tal de pasar el SSSS, ya tenemos a un indocumentado a bordo.

Iba a titular este post (en mi obstinado estilo de provocación) “cómo cometer un atentado aéreo en EEUU”, pero no se trata de dar ideas a los asesinos. Ni de un concurso sobre quién es más asesino. Sino de dejar claro que los gobiernos nos toman el pelo, y de que si nos sentimos seguros es porque queremos, no porque lo estemos.