Desde hace tiempo sigo los artí­culos, enlaces y posts sobre patentes absurdas y ridí­culas. Desde la rueda al fuego, pasando por columpiarse de lado, creí­a habero visto todo.

Pero hoy he encontrado un artí­culo en el que listan varias patentes absurdas (como el “brazo mecánico para chocar esos cinco” de Albert Cohen de Troy, NY 1994; una “máscara para no comer”, de Lucy Barmby de Sacramento, CA 1982; o “los pañales para pájaros” de Lorraine Moore de Watkins Glen, NY 1999), y a la que posiblemente sea la patente más absurda y ridí­cula del mundo: “caja para mantener viva la cabeza de un animal tras haber sido cortada del cuerpo” de Chet Fleming de St. Louis 1987. La guinda: que dice que tras probarlo con animales, se podrí­a extender su uso a humanos.

Pues que empiecen por el agente de patentes de la US Patent Office que se la otorgó.

Por favor, que alguien pare este circo sin sentido de las patentes y el copyright.