Paranoia dopamínica
Tras leer esta interesantísima entrada de mis queridos microsiervos sobre “Encontrando patrones inexistentes debido al exceso de dopamina”, en la que se mencionan cosas tan curiosas como
El resumen de ese capítulo del libro es que al parecer cuanto más bajos están los niveles de dopamina, de forma más -«escéptica-» suele comportarse la persona; cuando sube (ya sea de forma natural o artificial, por ejemplo, con inyecciones de L-dopa) el -«nivel de escepticismo-» baja y puede tener consecuencias curiosas, llegando a ser alarmantes o peligrosas.
se me ocurre que toda la paranoia que en los años 60 se vivió en EEUU sobre la posibilidad de que los Rusos contaminasen su agua potable con diferentes productos químicos (desde los que causan esterilidad, hasta los que directamente matan), que luego adaptaron los conspiracionistas para elucubrar sobre la posibilidad de que su propio gobierno estuviese suministrando a la población productos químicos a través del agua (cosa que en algún caso se demostró cierta, e incluso recuerdo una película al respecto), se podría reavivar con un nuevo giro: “cómo convertir a tu población en un rebaño de crédulos” (dados los resultados electorales, y robos electrónicos de elecciones a parte, cualquiera diría que los Republicanos ya han empleado ese método). Incluso se podría emplear esta teoría para explicar determinados períodos históricos…
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