A cambio de unos compromisos absolutamente ridí­culos (que contienen la tí­pica palabrerí­a blablabla del tipo “promover” “alfabetizar” “brecha digital” “investigación”, pero nada en concreto), orientados a que los polí­ticos se puedan hacer una foto y conseguir un titular muy mediático, el Ayuntamiento de Barcelona infringe por segunda vez su promesa (ver medida de gobierno, apéndice 3) de promover e implantar el software libre al firmar un acuerdo con Microsoft (y lo que es peor: para los equipos de educación pública, o sea sembrando la semilla del diablo).

Visto en el blog de Jordi Mas.