Sólo el 10% de la población de los EEUU han nacido fuera del paí­s, pero representa el 25% de sus cientí­ficos e ingenieros, y cerca del 50% de doctorados en ciencia y tecnologí­a.

Ahora un estudio de la Universidad de Harvard pone de relieve lo que muchos ya habí­amos notado: que empiezan a irse. La mayorí­a son chinos e indios. Pero cada vez hay menos porque a medida que las empresas y universidades de sus paí­ses de origen ganan en prestigio y recursos, vuelven a casa. Reverse brain drain.

Dado el estado y nivel de la cultura y educación de los EEUU (excluyendo las maravillosas élites y grandes centros del saber, que existen pero estan muy localizados) ya pueden ponerse a trabajar, porque los años de vivir de la innovación que aportan los de fuera se están acabando.