Está más que demostrado que la “Industria Discográfica” llega tarde (y mal) al ajuste de las nuevas tecnologí­as. Lo que también está claro es que a estas alturas deberí­an haberse dado cuenta de que cuando uno se encuentra en el “negocio” del “contenido” en el siglo XXI, no tiene más remedio que ser un experto en tecnologí­a, o contratar a quien lo sea.

Pero no. Ellos no. Ellos lloran, amenazan, presionan, abusan… lo que sea con tal de seguir anquilosados en principios del siglo XX (cuando dominaban y abusaban de todo: mercado, artistas, consumidores, legisladores, y tecnologí­a).

Un ejemplo de esta falta de ajuste, sintomática como cualquier otra, es la web de Soledad Giménez. Adalid ella, como miembro de la Junta Directiva de SGAE (en cuyas últimas votaciones participaron sólo el 25% de los socios -corrección gracias a Araiakoa: participaron efectivamente menos del 1% de los socios-… por algo será) pro-canon, anti-cultura libre, y pro-copyright, ha decidido poner en su web su disco completo (por lo que se supone que tiene que pagar a SGAE), pero no creáis que lo ha hecho en un alarde de generosidad, para que la gente lo descargue y disfrute, o como conversa creyente de que lo mejor que se puede hacer con una obra es difundirla y permitir que la gente acceda a ella libremente. Noooooooo.

Siguiendo, supongo, los consejos de sus webmasters (supuestos expertos en tecnologí­a web, cabrí­a pensar) su último disco suena en su web via Flash. Es un intento de “escucha pero no descargues” (como si ella no hubiese pasado su juventud, como muchos de nosotros, grabando en cinta canciones y programas enteros de radio). Lo triste no es que dicha medida sea algo ineficaz (pensando, en principio, en los programas para la redirección y grabación de audio, o más fácilmente en el viejo lí­nea out a lí­nea in). Es que es completamente ineficaz porque en vez de emplear la opción Flash Streaming, el MP3 está como parte del media del archivo Flash (eso sí­, encapsulado en un Javascript, con lo que un vistazo a su código fuente no servirá de mucho, y eso es lo que les ha hecho sentirse “listos”), con lo que lo único que hay que hacer para tener en tu ordenador el último disco de Soledad Giménez (si es que te gusta su música, que de todo ha de haber en la viña del señor) es ir a la lista de medios / archivos / actividad, o lo que sea según tu navegador y sistema operativo, localizar el archivo y su URL, y darle a descargar (tan fácil como por ejemplo www.solegimenez.com/temas/siempre_volveras.mp3).

Además, la letra de cada canción aparece cuando la seleccionas… pero no se puede “copiar”. Ohhhhh. Eso sí­ es DRM del bueno, y proteger el copyright. Seguro que en su discográfica pueden dormir tranquilos por la noche.

Cómo me jode los intentos tí­midos, las cosas a medias, el quiero y no puedo, o no sé, o no me atrevo, o…..

Por cierto, si además de decirte cómo hacerlo te animo a hacerlo (o sea, a disfrutar de cultura como dirí­an unos, o a acceder a contenidos de pago ilí­citamente como dirí­an otros) -¿estarí­a infringiendo el código penal vigente?

Qué narices, todo sea por que los músicos no se mueran de hambre, y haya cultura en este paí­s… y sobretodo todo sea por enseñar algo de tecnologí­a a un miembro de la Junta Directiva de la SGAE, mientras le hago publicidad gratis (no os quejaréis, que con enemigos así­ -¿quién quiere amigos? Se me olvidaba: ya no les quedan). -¡Animo, descargad antes de que lo cambien! Hecho.

MUA, yo también os quiero.