Ni puta idea. Esa es la conclusión que uno saca tras analizar un par de noticias que, puestas juntas, dan risa.

Por un lado los británicos, que no tienen la excepción de la Copia Privada en su ley de Copyright, a la luz de los datos de un estudio que demuestra que el 95% de la gente copia audiovisuales igual, aunque allí sea ilegal, se plantean si instaurar un sistema como el nuestro (con copia privada y canon).

[Nota cachonda: las grabadoras de cassette existen desde hace más de 30 años, los que hoy se quejan ya graban de la radio y les parecía bien, y hoy en día, todavía, más de la mitad de las copias se hacen de soportes físicos, así que… ¡dejen de culpar a internet, coño¡]

Por otro lado estamos cansados de oir a los de siempre (“artistas” canosos y directivos de suciedades de gestión casposos) rasgarse las vestiduras y pedir que, igual que se hace en Inglaterra, se prohíba la copia privada, o por lo menos que se corte la conexión a quien descargue música de la red.

¿En qué quedamos? Pues en que no tienen NI PUTA IDEA. Ni saben cómo ganar dinero, ni saben cómo tratar a sus clientes, ni entienden de tecnología, ni les importa una mierda la cultura.

Y digo yo, si el sector de los videojuegos (que también se queja de “piratería”, y con la ley en la mano con mucha más razón) ha crecido un 50% en un sólo año, superando con creces al cine y la música, pese a que también hay top-manta y descargas de videojuegos… ¿no será que los consumidores en vez de delincuentes, buscan algo que un CD con 13 temas (de los cuales 1 es un “éxito” y el resto bazofia para rellenar) machacado en la radio una y otra vez, a 18 euros, no les da?