Sólo por esta aplicación (Moo Cow Music BAND) ya merece la pena tener un iPod (o en mi caso un iPhone). El concepto es muy simple, pero muy potente a la vez: a base de “tocar” (arrastrar, tocar varias a la vez, etc) áreas de una imagen de un instrumento, creas música.

Así el reproductor de música pasa a ser un instrumento múltiple, variado, sencillo, y divertido.

Además permiten que los usuarios creen sus propios instrumentos y packs de sonido, con lo que la versatilidad aumenta cada día.

¡Me encanta!