Cine: cambiando las cosas (leyes, principios...) según su interés
Siempre hablamos de las discográficas (y sus parásitos satélite como suciedades de gestión y compañía) como paradigma de enquilosamiento y juego sucio.
Hoy le toca a la industria del cine.
La misma industria que estuvo infringiendo la ley de patentes durante años, y que para ello incluso llegó a huir físicamente a una ubicación remota (de ahí el nacimiento de Hollywood en el lejano oeste) se pavonea de haber conseguido que el Congreso norteamericano hiciese que un tribunal declarara “monopolio” a la General Film Company que tenía las patentes del cine (¿no es acaso una patente un monopolio legalizado?) en 1915.
Esa misma industria que ahora quiere que se persiga a quienes quieren acabar con ese oligopolio (formado gracias a la distribución paquetizada, la restricción de derechos del consumidor, y la manipulación mediática y legislativa).
Cómo cambian las cosas. Un curioso ejemplo: Metro Goldwyn Meyer (MGM) tuvo durante muchos años como motto “ars gratia artis” (se podía ver en el emblema del león rugiente). Luego lo quitaron (aunque en el título de su web sigue). ¿Por qué? Porque significa “por amor al arte”. Y eso ya no es así. ¿Verdad peseteros?
Otro ejemplo: en las películas (y dibujos animados) antiguas ponían “Pat. …” o “Reg. US Pat. Office”. Como si la película estuviese patentada o como si pagasen derechos por la patente del cine, cuando en ambos casos eso era falso.
Antes eran los “independent outlaws”, ahora son juez y parte. Y encima van diciendo tonterías como (cito de soitu, sobre la noticia de una manipulación más del mismo grupo de presión de siempre con otra cara):
Hace un año, coincidiendo con el estreno de ‘Volver‘, encargamos un informe a una agencia que colocó señuelos en las redes. Hubo 4.377.000 intentos de descarga, de los que 31.000 se realizaron con éxito. El 85,5% fueron desde España (…) eso quiere decir que se dejaron de recaudar 1,6 millones de euros en salas de cine..
Agustín Almodóvar, de El Deseo (obviando algunos axiomas contables y que quizá esa película interesaba especialmente a los españoles… porque era española)
Triste, muy triste. Casi patético. Daría pena y vergüenza ajena, sino fuese porque esta chusma se pasa por el forro el hecho de que no somos piratas, y consiguen barbaridades como que se apruebe el canon digital.
Pasen y vean (y pongan el culo) señores.