Todos en la fiesta del barco, y yo buscando dónde cenar en Málaga. Y no me arrepiento, pues pude probar el Café Restaurante Nouvelle. Altamente recomendable.

Al día siguiente (anoche) otra dura elección, ¿Restaurante Café de París (comida francesa al estilo andaluz), El Chinitas (comida tradicional de calidad, pero sólo por el hecho de que lo mencione García Lorca en un poema ya es interesante) o La Moraga (tapas de autor)? Pues ninguno de los tres. En alguna ocasión me había pasado que una cena se había interpuesto en el camino de una buena conversación, pero curiosamente esta vez pasó al revés. Y en el fondo me alegro 😉

En cualquier caso, volveré pronto y a menudo por estos lares, así que no se quedarán sin probar esos y otros restaurantes. Ahora le digo “hasta muy pronto” a la manquita, que con su efímera luz de amanecer me ha sonreído esta mañana por la ventana de mi hotel (que por cierto cuenta con manzanas en recepción, que siempre vienen bien, y un portátil en la habitación que corre Linux). Desayuno, conferencia, networking y aeropuerto.

PD: En el aeropuerto mucha seguridad, pero luego dejan que todos veamos esto (con la de cosas que se pueden hacer con esa información)