Lo expresa mucho mejor David que yo, así que os remito a su excelente entrada, basado en un artículo de Salon.com (y no es porque él me haya enlazado a mí en alguna otra ocasión -muchas gracias, es un honor, maestro-): la desescolarización es un paso más en la lucha contra el control corporativo-estatal de nuestras mentes. Considerémoslo en nuestra caja de herramientas subversiva.