Nos conformamos. Contínuamente nos conformamos. Creemos que porque tenemos la posibilidad de escoger (ya sea en unas elecciones en “democracia representativa” cada 4 años, ya sea el modelo de un coche que sólo se distingue del otro en un alerón, o en licencias varias) somos libres. Y la libertad no tiene nada que ver con ello.

La libertad es la capacidad de decidir, sin un rango limitado, sin unas opciones preconcebidas. Luego podemos hablar del proceso de decisión, de la responsabilidad, del “otro” y el contrato social. Pero por favor, que nadie me vuelva a decir que soy libre porque puedo escoger entre esto o aquello. Soy libre cuando escojo lo que escojo y nada (o a nadie 😉 más). Punto.