Esta mañana, en Radio5 TodoNoticias de RNE he escuchado unos segundos de una tertulia económica. Es todo lo que me ha bastado para comprender que somos idiotas y nos merecemos lo que nos pase.

Los participantes, tras la consabida retahila de cifras negativas sobre el estado de la economía nacional, han llegado a la “sabia” (se supone, porque para eso son “expertos”) conclusión de que, pese a que la gente está demostrando que puede frenar el consumo (y ellos mismos han puesto ejemplos propios, desde la ropa hasta el ocio), lo que hay que hacer, decían, es volver a consumir para que la rueda vuelva a rodar.

Señores, ¿de verdad no hemos aprendido nada? ¿No es esta una magnífica oportunidad para replantearse modos y estilos de vida, objetivos y costumbres, y las bases generales de nuestra economía presente y futura? ¿No es en una gran crisis cuando despiertan las conciencias y todos estamos dispuestos a afrontar cambios y sacrificios con tal de alcanzar un nuevo estado de bienestar?

Parece ser que no.

Si al hacer la danza de la lluvia no llueve, es que no lo hemos hecho bien, y hay que seguir danzando.

Pues eso, a danzar, idiotas.