Mi gran amigo Claudio Zirotti me pidió que definiera “la feminidad” para una de sus colecciones de arte (Al Femminile). Me encantó el reto. Pero no me dí cuenta de lo difícil que me resultaría, sin recurrir a fuentes externas tipo Annalinde Nightwind como contraposición a BettyFriedan. O a tópicos como Freud.

Eso fue hace dos años.

Y no ha sido por falta de tiempo, ni de ganas. Sino porque por primera vez no he sabido ni expresar lo poco que sé sobre el tema.

Hace unos días, observando a mi chica, y sobretodo analizando esa observación, empecé a entender no la feminidad, sino por qué a los hombres nos resulta tan difícil (si no imposible) entender la feminidad. Se lo describí con una imagen: el hombre es una isla, y le rodea todo un mar, un universo en realidad, que es la mujer.

Sonriendo, mi chica me dijo que le encantaba la descripción, y que le recordaba a Seom de Ki-Duk Kim. [Que tu chica entienda el esfuerzo que significa esa búsqueda, que lo valore, y que además haya visto películas como esa es señal de que esa chica es muy muy especial].

Me sentí halagado de que por fin parecía cobrar sentido la feminidad, de que por fin parecía que empezaba a comprender un concepto en apariencia tan simple pero en realidad tan profundamente complejo. Me queda tanto por recorrer… pero por lo menos ya tengo un punto de partida.

Quizá algún día termine el texto, Claudio. Perdona el retraso.

[Actualización: sigo sin entender nada, y dudo que jamás lo haga]