Mamoneo habitual en acto institucional
Ayer acudí a un acto de los que no me gustan. Fui por insistencia del Gabinete, porque me pillaba de paso, y porque quería hablar con un amigo que sabía que estaría. Pero sirvió para recordarme por qué no me gustan los actos institucionales, los políticos, y su entourage.
Descripción: acto de presentación de la nueva línea aérea Valencia – Nueva York de Delta Airlines (¡ya era hora!) en la Consellería de Turismo, por parte del Vice Presidente para EMEA de la compañía (Jahangir), el President de la Generalitat (Camps), y la Alcaldesa de Valencia (Rita).
El guión de estos actos es el habitual: hacen llegar a los asistentes un cuarto de hora antes, les hacen pasar a la sala a la hora, y los que presiden el acto llegan un cuarto de hora tarde. En riguroso orden (una vez vi una bronca enorme entre los asistentes del ex-ministro de industria y el presidente de una comunidad autónoma sobre quién se sentaba dónde en una mesa redonda de 4 personas, donde a los otros dos, el responsable de tecnología de Indra y yo, nos daba igual).
Sentado en la cuarta fila (las tres primeras estaban reservadas a “autoridades”) ví y escuché el mamoneo, el lameculeo, y demás rituales de saludo de “hola, cómo estás”, “te reconozco”, “no me acuerdo de tu cara pero sonrío y te doy la mano”, “palmadita en la espalda, no me olvido de tu comisión no te preocupes”, “te sonrío pero mañana te cesaré”…
El perfil de los asistentes era bastante definido, y lo podemos encuadrar en unos pocos grandes grupos:
- Empresario jubilado (o casi) que no tiene otra cosa que hacer
- Empresario que cree que así se hace networking
- Jóvenes lobeznos a la búsqueda de la más mínima oportunidad de que alguien les presente o les coloque
- Funcionarios de grado medio que quieren ganar puntos y lamer culo
- Medios de comunicación (“a mí me pagan por estar aquí y sacar la foto/filmar/preguntarchorradas, no para pensar y aportar una mirada crítica”)
- Curiosos, “gente que pasábamos por allí”, y demás (como un par de amas de casa)
Por supuesto el resumen oficial es “éxito”. Pero llama la atención que hiciesen sentarse entre el público hasta al conserje de CdT, para llenar las butacas que estaban vacías.
Comenzaron con un vídeo realizado para la ocasión, y que hace que uno se pregunte cómo es posible que se siga derrochando el dinero público en lucecitas de colores en tiempos de crisis.
Después, los discursos. El VP de Delta al grano, y discreto, ofreciendo un titular tramposo para ratatravel “habrá vuelos desde 378€” cuando la mayoría están por los 600/700€. El de Camps falso com él mismo (parece tan frustrado con no haber llegado a Ministro como Gallardón a Candidato a Presidente), pero se agradece que fuese el único que no necesitó papeles para recitar la retahíla de obviedades y frases vacuas que por desgracia se espera de estas situaciones. Y el de Rita, tan exagerado, largo y fálsamente emotivo como suele ser habitual (y que por cierto parece ser buena parte del motivo que le ha llevado a la reelección tantas veces).
Al final no hubo rueda de prensa, así que los medios asaltaron al que se dejó en los pasillos. Querían a los tres protagonistas, fóto y pregunta fácil. No se les ocurrió por ejemplo preguntarle al nuevo cónsul de EEUU en Valencia por qué siguen apoyando a Israel -y ya puestos Guinea Ecuatorial, Emiratos Árabes, Burma…-, no porque vayan a obtener una respuesta esclarecedora, sino para que trasnmita a sus jefes que el mundo entero está harto de su hipocresía.
Y luego todos a disfrutar del catering de lujo (con zumo de naranja natural, buen detalle para promocionar los cítricos valencianos).
Por cierto, los amigos de comerporlapatilla deberían incluir este tipo de actos (en el que si entras con traje ni te piden la invitación) como excelente alternativa gourmet. Además, con todo el derecho, porque sale del erario público, ¿no?
En definitiva, triste desfile de ambiciones, vanidades, y demás superficialidades.