No sé hasta dónde llegará, o si incluso algún día lo veremos, pero por lo menos el hecho de que sea posible ya es interesante: los fiscales de tráfico exigirán responsabilidad no sólo a los conductores que infrinjan la ley, sino además a los responsables de mantener las carreteras en buen estado, de trazarlas de modo seguro, a los peatones que causen accidentes, a los policías, y a los servicios de salud que no acudan a tiempo a los siniestros.

Ya va siendo hora de que la administración empiece a asumir sus responsabilidades.