Antes de ayer estuve con mi chica en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. En cada puesto había un librero. A la mayoría se le notaba “de la vieja escuela”: poca atención al cliente, aspecto un tanto descuidado, y ensimismados en sus quehaceres.

Estos quehaceres fueron los que me llevaron a la reflexión. Sería fácil suponer que estarían tranquilamente leyendo. Pero no. ¿Qué hacían la mayoría?: Navegaban con sus portátiles y modems 3G.

No hay una “confabulación contra la cultura por parte de la tecnología” como los Teddys del mundo quieren hacer creer (e incluso ellos mismos crean). La tecnología es el nuevo vehículo mediante el cual acceder a más y mejor cultura.