El miércoles fui con mi chica a ver el espectáculo de danza Psyke. Interesante, muy buena puesta en escena, genial la iluminación, y unos intérpretes sólidos y voluntariosos consiguieron un resultado que merece la pena sin ser una obra maestra.

Luego cenamos en El Bistrot de François, restaurante francés del centro de Valencia. Sin ser una comida espectacular, el ambiente “genuino” y la simpatía de François compensa con creces.