Uno de los principales retos a la hora de convertir a la energía solar en verdadera alternativa, es la posibilidad de almacenar el excedente energético que se produce en las horas de irradiación (y más con los nuevos sistemas parabólicos de captura).

Daniel Nocera, profesor de química del MIT, y uno de sus estudiantes, han desarrollado un método (catalizador que permite separar oxígeno e hidrógeno del agua, como la fotosíntesis) mediante el cual este problema queda resuelto.

¿Revolución a las puertas?

PD: Esto no significa que haya que olvidarse de otras alternativas. Una que me llama la atención: desde los años 30 más de 15 millones de hogares rurales chinos tienen sus sanitarios conectados a redes de biogás. En Alemania y Suecia han aprendido del ejemplo y ya cuentan con plantas de fabricación de biogás de origen animal y humano. Incluso la flota de autobuses de la ciudad francesa de Lille utiliza como combustible biometano (sí, un “autobús a pedos”) desde 1996.