El equipo del investigador de la NASA Paul Newman ha determinado, mediante modelos computerizados, lo que hubiese ocurrido si no se hubiese firmado el tratado de Montreal que limitó el uso de CFC y similares para evitar la desaparición de la capa de ozono.

Según estas investigaciones, en el 2065 la radiación ultravioleta habría subido un 500%, causando mutaciones muy peligrosas, y haciendo que los humanos sufriésemos quemaduras de tercer grado si estuviésemos 5 minutos al sol.

Todo un ejemplo de lo que se puede (y debe) evitar, con acción política rápida. Pero por desgracia no parece ocurrir muy a menudo. ¿Por qué en esta ocasión sí ocurrió? Sencillo: porque los “afectados” por estas medidas eran “pocos”, en comparación con medidas más amplias que serían necesarias para reducir la emisión de gases contaminantes. Y ya se sabe, la democracia es la dictadura de la mayoría, así que no puede ir contra ella misma, aunque eso la termine matando.