En vez de paquetes de estímulo, ayudas a bancos, etc, lo que sería muchísimo más eficaz y eficiente es reducir el enorme derroche e ineficacia con la que operan las administraciones.

No hace falta que ponga muchos ejemplos, pues todos lo hemos sufrido. Pero es que hierve la sangre cuando te quieren cobrar 70 euros porque una universidad pública española le diga a otra qué créditos convalidados tienes. O cuando te hacen ir por toda la ciudad a recoger y entregar papeles que la propia administración tiene en sus ordenadores.

Más importante todavía: ¿dónde están los responsables? ¿por qué no existe un organismo de control de la administración? Se podría reducir costes, agilizar gestiones, facilitar la interacción con el ciudadano, y sobretodo castigar al administrador que permite que las cosas no se hagan lo bien que se deberían y podrían hacer, muchas veces por no molestar a un cuerpo de funcionarios con el culo cuadrado, y otras porque “como esto lo pagan los ciudadanos, que se jodan”.

¡A ver si empezamos a entender que osmos CLIENTES de la administración y que por lo tanto somos nostros quienes debemos exigirles a ellos y no a la inversa!