Durante décadas los sismólogos han estado filtrando el ruido de las olas causadas por tormentas, que interferían con sus mediciones. Un nuevo estudio ha demostrado que estos ruidos son un excelente (y estable) método para medir el avance del cambio climático.

Dicho cambio climático, por cierto, conlleva el famoso “calentamiento global”. Pues bien, según un modelo informático muy muy detallado del MIT, dicho calentamiento global durante este siglo va a ser el doble de lo previsto hace sólo 6 años. Lo cual significa que estamos jodidos. You have been warned.