Según un estudio publicado en New Scientist, en los últimos 40 años, el coral del Caribe se ha hecho más plano por una combinación de efectos, principalmente el cambio climático.

¿Y qué? dirá usted. Y ese es el problema: nuestra ignorancia. No vemos más allá de nuestras narices. No entendemos la cadena de efectos más allá de los primeros eslabones.

El coral, cuando era más alto, permitía que en él se refugiase una mayor cantidad y diversidad de peces (el 25% de todos los peces del mundo se refugia en coral). Además mitigaba la fuerza con que las olas golpeaban la costa. Esto a su vez…

Somos ignorantes, pero lo peor es que creemos que sabemos muchas cosas. Por ejemplo: los árboles y las plantas en las ciudades son maravillosos, ¿no?… Pues sepa usted que pueden también ser muy peligrosos. Según un estudio publicado en Athmospheric Environment, cuando el terpeno que emiten algunos árboles y plantas se mezcla con la contaminación de los coches, se produce ozono, y en cantidades muy superiores a las recomendadas para la salud humana. Y con los niveles de CO2 más altos en los últimos 2 millones de años, la cosa no pinta muy bien.

Si es que la madre naturaleza no sólo es sabia sino que muy poderosa. En este vídeo se puede ver la primera (y espectacular de narices) toma de vídeo directa de la boca de un tornado. Impresionante (eso sí, los cabezahuecas de Hulu YahooTV sólo te permiten verlo si tu conexión es de EEUU, así que tendrás que hacer un poco de proxy mientras te cagas en su estrechez de miras).

Si no puedes ver el vídeo, por lo menos asómbrate del poder de la naturaleza con esta foto tomada desde el espacio de la erupción del pico Sarychev en las Kuriles.

Y es que nuestra ignorancia la pagaremos cara. Hasta ahora los poderosos modelos informáticos de los superordenadores de los geniocientíficos de las megauniversidades han predicho que con le calentamiento global cada vez hará más viento. Ello, unido a desesperadas y poco organizadas y planificadas medidas para potenciar la generación de energía renovable llevó a un boom en instalación de campos eólicos. Pues bien, la evidencia sugiere que el viento está disminuyendo, y no al contrario como se había previsto. ¡Ignorantes que somos!

Si no aprendemos a respetar y proteger a la naturaleza, por lo menos aprendamos a apreciarla y disfrutarla, como estas nubes noctiluscentes de la mesosfera